Tan quimérico como cuestionarse si quieres más a Papá o Mamá, lo cierto es que en los mentideros maratonianos se han vertido ríos de tinta "a favor de" y "en contra de" preparar y correr la prueba de Filípides en un periodo o en otro.
Llevo poco en este mundillo pero, a día de hoy, me decanto más por una opción que por la otra... aunque antes de dar mi veredicto personal, claro está, me gustaría diseccionar el asunto:
MARATÓN EN OTOÑO
Pros
- La ilusión del primer reto de la temporada. Posiblemente focalizas más el primer objetivo que los venideros.
- Luz y calor en 2 tercios de la preparación. Para maratones de noviembre, es posible que puedas disfrutar de largos días y temperaturas agradables hasta octubre, lo que facilita la llevadera dureza del entreno.
- Contraste calor-suave frescor. Preparas con calor, afinas y bajas con un poco más de fresco y disputas la prueba ya con fresquito, que mejor gama de temperaturas para rendir mejor.
Contras
- El primer reto del año pero también el que menos base ostenta. Si en verano paraste (y te pasaste) es posible que te cueste más recuperar la forma y ponerla en un punto de salida interesante que otra época del año. La puesta a punto debe ser muy rápida y muchas veces el cuerpo no responde como nos gustaría.
- El calor presente y la subida de pulsaciones en muchos entrenos clave hace afinar menos que con una temperatura más suave.
Impresionante NYC!
MARATÓN DE PRIMAVERA
Pros
- No partimos de cero, nos encontramos con una base de media temporada importante y que si ha sido bien construida nos permitirá rendir en los entrenos a pleno rendimiento.
- Entrenar con frío científicamente es más óptimo que con calor, se obtienen mejores ritmos y pulsaciones que en la otra parte del año.
- Las pruebas reinas, las más populosas (salvando NY, Chicago, Berlin, Francfurt... en otoño) y motivadoras de preparar.
Contras
- Psicológicamente se encuentra bastante condicionado con el rendimiento cosechado en primavera, tan si fue bueno (a mejorar, añade presión) como si no lo fue tanto (reválida, ansiedad por quitarse la espina) lo que añade un cóctel de coco a tener en cuenta.
- La preparación es contraria a la de primavera: partimos de un invierno cerrado (enero) y nos abrimos hasta una incipiente primavera (abril) Entrenos sin luz, frío, lluvia, ¿nieve?... las inclemencias son seguras.
- Con más base que viniendo de verano pero también con más cansancio (tras 6 meses de temporada) de todo tipo y más posibilidades de lesiones si se aprieta demasiado la rosca al asunto.
- El día del maratón puede hacer calor, pero también viento, lluvia... es una lotería comparado con otoño, más estable.
Y el ganador es...
A día de hoy se me hace más 'fácil' (si se puede utilizar ese término para hablar de maratón...) prepararlo en otoño que en primavera.
Paso calor pero tengo luz en los entrenos y la temperatura llega a ser agradable, en primavera los días cerrados se me hacen un mundo.
Sin embargo, creo, sinceramente, aunque todavía no lo demuestre (tampoco llevo más que una temporada en estas lides...) que se puede rendir más en el de primavera, buen circuito y buen día de por medio, que en otoño... por aquello de llevar encima tantos meses de preparación.
Como con los papis, ni papá ni mamá, ambos :)
Y tú, ¿qué opinas?
Llevo poco en este mundillo pero, a día de hoy, me decanto más por una opción que por la otra... aunque antes de dar mi veredicto personal, claro está, me gustaría diseccionar el asunto:
MARATÓN EN OTOÑO
Pros
- La ilusión del primer reto de la temporada. Posiblemente focalizas más el primer objetivo que los venideros.
- Luz y calor en 2 tercios de la preparación. Para maratones de noviembre, es posible que puedas disfrutar de largos días y temperaturas agradables hasta octubre, lo que facilita la llevadera dureza del entreno.
- Contraste calor-suave frescor. Preparas con calor, afinas y bajas con un poco más de fresco y disputas la prueba ya con fresquito, que mejor gama de temperaturas para rendir mejor.
Contras
- El primer reto del año pero también el que menos base ostenta. Si en verano paraste (y te pasaste) es posible que te cueste más recuperar la forma y ponerla en un punto de salida interesante que otra época del año. La puesta a punto debe ser muy rápida y muchas veces el cuerpo no responde como nos gustaría.
- El calor presente y la subida de pulsaciones en muchos entrenos clave hace afinar menos que con una temperatura más suave.
Impresionante NYC!
MARATÓN DE PRIMAVERA
Pros
- No partimos de cero, nos encontramos con una base de media temporada importante y que si ha sido bien construida nos permitirá rendir en los entrenos a pleno rendimiento.
- Entrenar con frío científicamente es más óptimo que con calor, se obtienen mejores ritmos y pulsaciones que en la otra parte del año.
- Las pruebas reinas, las más populosas (salvando NY, Chicago, Berlin, Francfurt... en otoño) y motivadoras de preparar.
Contras
- Psicológicamente se encuentra bastante condicionado con el rendimiento cosechado en primavera, tan si fue bueno (a mejorar, añade presión) como si no lo fue tanto (reválida, ansiedad por quitarse la espina) lo que añade un cóctel de coco a tener en cuenta.
- La preparación es contraria a la de primavera: partimos de un invierno cerrado (enero) y nos abrimos hasta una incipiente primavera (abril) Entrenos sin luz, frío, lluvia, ¿nieve?... las inclemencias son seguras.
- Con más base que viniendo de verano pero también con más cansancio (tras 6 meses de temporada) de todo tipo y más posibilidades de lesiones si se aprieta demasiado la rosca al asunto.
- El día del maratón puede hacer calor, pero también viento, lluvia... es una lotería comparado con otoño, más estable.
Y el ganador es...
A día de hoy se me hace más 'fácil' (si se puede utilizar ese término para hablar de maratón...) prepararlo en otoño que en primavera.
Paso calor pero tengo luz en los entrenos y la temperatura llega a ser agradable, en primavera los días cerrados se me hacen un mundo.
Sin embargo, creo, sinceramente, aunque todavía no lo demuestre (tampoco llevo más que una temporada en estas lides...) que se puede rendir más en el de primavera, buen circuito y buen día de por medio, que en otoño... por aquello de llevar encima tantos meses de preparación.
Como con los papis, ni papá ni mamá, ambos :)
Y tú, ¿qué opinas?
3 comentarios:
Yo he probado las dos opciones. Creo que un punto que no comentas es la importancia que tiene el lugar donde se celebre el maratón.
Por climatología me decanto por un maratón de otoño, pero siempre que no haya un parón excesivo en verano para no empezar de cero.
De todas formas, creo que tampoco es excluyente y podrían correrse los dos maratones en una misma temporada.
Un saludo,
Octavio
Creo que uno de los principales hándicaps positivos del maratón de otoño es el contraste entre el entrenamiento con calor (y en general con malas sensaciones) y las competiciones de afinamiento con una temperatura más baja y buenas sensaciones(culminando con un maratón a finales de noviembre o primeros de diciembre. Al menos eso espero. Aquí en Murcia hoy otra vez 33 grados. Espero que se note la diferencia con la competición en diciembre, que se presupone entre 13-16 grados por la mañana, incluso menos.
@Octavio
Lo que ocurre que el lugar, ambos pueden estar empatados, aunque parece que me decanto porque los de primavera sean 'más molones' ;)
Francfurt o Berlin en Otoño son hiper rápidos, como lo pueden ser Rotterdam o Londres :)
Yo ahora mismo, comienzo mi segunda temporada de hacer otoño y primavera (el año pasado ganó el otoño veremos este año ;)
@Cosme
Totalmente de acuerdo contigo, al menos, igual que tú lo deseo con todas mis ganas :)
A ver si baja el mercurio.
Saludos a ambos, gracias por participar!
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