martes, 27 de diciembre de 2016

Mi [no] San Silvestre

A diferencia del año pasado estaré en Madrid para pasar el fin de año.

A diferencia de otros tiempos no tengo la marca (Sub 38') para correr la San Silvestre Vallecana Internacional.

A día de hoy, solo entiendo correr el último día de año en esa carrera.

Es tanto lo que me ha dado y lo que he sentido las 8 veces que la he disputado en los últimos 15 años (ausencias en clave de lesión o de pasar la nochevieja en Castellón) que, como en las grandes cosas de esta vida, prefiero que llegue cuando tenga que llegar a acelerarlo en forma de sucedáneo (otra que no sea esta) o sin méritos propios (consiguiendo el dorsal recurriendo a terceros...)

En otro tiempo, quizás no hace tanto, la SSV Internacional era un premio a lo que habías sido capaz de conseguir durante el año, una marca a nivel popular alcanzable pero 'exigente', para disfrutar las últimas horas de la temporada haciendo una de las que cosas más te llena, rodeado de los mejores pero también de amigos y compañeros de correr en un ambiente espectacular.


2010

Prefiero lanzarme el reto de llegar a esos 37.XX en un año (si pasara nochevieja de 2017 en Madrid) o a dos años (lo más plausible, si la paso en 2018) a realizar la Popular.
Si mañana, la lesión, el tiempo y la motivación me acaban de poner en mi sitio no tendré más que aceptar la situación y no pensar en la Internacional.

Pero es difícil.

Al igual que el Maratón, correr uno, volver a su senda, se cruza en mi mente de vez en cuando, no dejo de pensar que volveré a correr una San Silvestre Vallecana Internacional, por méritos propios, y que cuando llegue, ¡la disfrutaré a lo grande!


La última, en 2012.

No dejen de disfrutar las suyas :)

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Volviendo al lugar de los hechos

Aranjuez fue el último diezmil que corrí apenas unos días antes de que tuviera mi caída de moto hace dos años.

Quizás por eso era particularmente importante volver al sitio donde corrí por debajo de 4' por última vez, como el que sale a rodar, apenas una semana después de una carrera de las empresas y solo dos de un Maratón de a 2.53.

Estos meses han sido buenos, qué carajo, muy buenos. Siento que las fuerzas vuelven y que esto empieza a configurarse en lo que parece una vuelta. Al nivel que sea, insisto, pero una vuelta.

Durante la semana intenté levantar (y levantarme) el ánimo a mi gran amigo Ricardo con el objetivo de que pudiéramos estar A por debajo de 39.40 (su MMP) y, en mi mejor sueño, B por debajo de 39'... al final, no salió ni lo uno ni lo otros: 39.56 para mi, 39.59 (justo por un segundo bajando de 40') pero otra gran carrera compartida juntos de esas que tanto valoramos y que antes no compartíamos con dorsal de forma tan asidua.


El correr me volvió a enseñar este fin de semana que cuando solo haces mantenimiento (semanas muy complicadas de carga en el trabajo y fuera de él...), tu evolución llega hasta cierto punto, si quieres más, pues tendrás que ofrecer más... de perogrullo, vamos.
Junto a esto, necesitas del coco para tirar. No hay mucho más :)
Si eso aparece, los dos factores, quiero decir, solemos decir que 'ha habido suerte' pero yo creo que se trata de otras cosas...


Conclusión: estoy feliz porque recupero este mundo, lo puedo compartir con grandes amigos y, me gustaría probar a subir un día más en enero en las semanas de entreno, todavía sin pretensiones, pero pasar a 3 días por semana para notar más gasolina y aguante. Para seguir reconciliándome con esto :)


Pasen unas fantásticas fiestas, ¡un fuerte abrazo a todos!

domingo, 27 de noviembre de 2016

5 años de mi debut en Maratón

Hoy hace 5 años que participé en un Maratón por primera vez.

Recuerdo como si fuera ayer los nervios de la recogida del dorsal en Anoeta (y alguna lagrimilla ya en ese momento, emocional que es uno), nuestro campo base en el corazón de Donosti con un gran equipo, los minutos previos a salir con lo más granado del mundo maratoniano guipuzcoano y correr, sobre todo correr. 

Como no lo había hecho nunca.

Sin corsé ni frenos mentales, con la inocencia de quién conoce a la bicha por primera vez y no se plantea otra cosa que correrla de forma regular hasta el final, de quién no se imagina que también suele gastar una cara dura y poco empática de vez en cuando.

Después vinieron 7 más. Donde encontré muros, alegría, decepciones, ilusiones, aprendizajes, aventuras, retos, compañías pero donde ya nada fue igual.

Porque solo corres de esa forma por primera vez. Más tarde, como en la vida, tu cabeza y tu cuerpo van acumulando piedras en la mochila que te hacen ser más calculador, reservado, en ocasiones, miedoso respecto al monstruo, que no bicha, que tienes delante.

No he vuelto a experimentar corriendo mayor sensación que la que se produce en mi cuerpo y mente preparando y disputando un Maratón. Nada corriendo me motiva más.
Además de la transferencia a la vida personal que supone en forma de habilidades, enganche e ilusión.

Hace unos meses este aniversario hubiera sido ciertamente triste. Apenas podía correr unos kilómetros no sin esfuerzo y tampoco exento de dolor.

Hoy, justo hoy, estos días, estas semanas, empiezo a encontrarme en otro plano.

Vuelvo a confiar en mi. Las molestias van remitiendo y me dejan correr, todavía poco, esas piedras en la mochila me dicen que debo escuchar a mi cuerpo y mente para ir incrementando ligeramente, casi sin notarlo, lo que puedo llegar a correr para ver hasta donde llego.

Llevo unos meses muy buenos, casi cerrando 2016, casi cosiendo la herida con buenas perspectivas para 2017.

Y no os negaré que parte de esta nueva gasolina, se llama Maratón.

Pienso en primavera de 2018, pienso en que sea esa fecha o cualquier otra, volver a correrlo, volveré a correrlos. Y eso me mueve. Tengo claro que los haría, los correría de otra forma pero claro eso es fácil de decir cuando queda mucho para llegar. Puede que ni siquiera lo consiga pero su mera posibilidad me ayudará a salir de esto definitivamente. Estoy convencido.

Eso forma parte de otra historia, en realidad de la misma, la motivación que te hace soñar y esforzarte. Ser feliz corriendo.

lunes, 21 de noviembre de 2016

La belleza de lo relativo

Ayer participé en mi octava carrera de Canillejas.

Un mito del asfalto madrileño. Seguramente me enamoré allí de 'correr rápido', al menos a intentarlo :)
Es curioso como pasan los años y terminas encontrando los mismos ingredientes en la carrera del señor José Cano: ambiente popular de barrio, algo de lluvia, cuestas que te exigen al principio y cuestas sobre las que debes volar al final.

No puedo decir que la conozca de memoria pero la experiencia es un grado tras tantas ediciones (también he de reconocer que me gustaba más cuando bajabas Alcalá, eso si que era conectar un misil aire-aire :)

El caso es que para mi ayer era importante bajar de 40' en Canillejas.

Son esas cosas, esos retos, que aparecen en tu cabeza seguramente para darle un poco de salsa a tu vida física, deportiva y de superación. Mis entrenos arrojaban buenas sensaciones pero al estar en modo 'correr-salud' tampoco sabría si podría mantener ese ritmo 10K, el Edward, también sus cuestas, me dieron la pista de que podría intentarlo. El propio Alfredo Varona me preguntaba antes de empezar si iria a por ello a lo que le respondí determinado que "afirmativo" pero que también sabía que no sería fácil.

Junto a Ricardo surcamos Canillejas a ritmo de 4 pelado, con los paréntesis del parque del Paraíso y presentándonos en el K7 que todo lo debe resolver con un inquietante +18'' para bajar de 40'. Eso requería de 3 muy buenos kilómetros bajando a menos de 4' y alguno volador.

Así fue, Ricardo se me quedó un poco en el último km, aún así hizo 40.03 de neto el muy crack (una de sus mmps), y servidor 39.51 de neto final (341/2278 llegados a meta) marcando un último de 3.40 y algo.

Aquí el vídeo:
http://www.corriendovoy.com/atletismo/184899/trofeo-jose-cano-2016


 ¿Qué os voy a contar? Que estoy en una nube y me da por pensar y soñar que ojalá este Calvario de dos años se esté aparcando poco a poco. No para volver a lo que hacía, sino para volver a tener salud y hacer lo que quiera con ella. Poder elegir, sea lo que sea.

Tienes que pasar por algo así para saber a qué sabe un sub40 que otrora sería un rodaje, hoy es gloria, ilusión y satisfacción.

Mis diezmiles en 2016
Carrera del Agua (29/05/2016) - 45'35''
Trofeo Edward (02/10/2016) - 41'42''
Canillejas (20/11/2016) - 39'51''

Próxima parada: Aranjuez. Seguimos!


viernes, 11 de noviembre de 2016

Volviendo a disfrutar de correr

Hace 5 semanas que corrí en el Trofeo Edward con magníficas sensaciones.

Tras la carrera, tenía mis reservas respecto a cómo reaccionarían mis piernas las semanas después, en términos de haber corrido a 4' y algo, recuperarlo, coger continuidad y no encontrar molestias por el camino.

Antes de apuntarme a carrera alguna quise ver cómo salía todo esto, al ver que las sensaciones seguían siendo positivas, decido apuntarme a Canillejas (20/11) y Aranjuez (18/12) para completar un par de mitos del correr madrileño con el objetivo de participar en las carreras con mi gran amigo Ricardo y recuperar el enganche a lo más motivo y emotivo del correr con dorsal.

Por el camino me he encontrado muy bien, incluso hay ocasiones en los que pienso que las dolencias se han ido, de forma razonable, para no volver y que, algún día, ¿por qué no?, podré correr un Maratón aunque sea a ritmo de trote, nada me gustaría más...



El caso es que ahora mismo llevo 5 semanas de 20K/semana (2 sesiones) y otras 2-3 de bici estática o outdoor sencillitos que me hacen disfrutar otra vez de esto, hacer deporte de forma continuada, ¡sentirme bien qué diablos!
Se que puede sonar a nada pero el año pasado hubiera sido quimérico. Incluso ya me he atrevido con alguna sesión de cuestas o 'cambio de ritmo' cada kilómetro con respuesta razonable del chasis.

Lo que venga después, ni idea, pero a día de hoy, me considero muy rehabilitado, ¡como si de verdad hubiera vuelto a esto del correr!

Os veo en las próximas, ¡y en las que vengan después!

lunes, 3 de octubre de 2016

Ayer me volví a enamorar de esto

Del entorno que lo rodea.

Del correr fácil, sin pretensiones ni alaracas.

Del trotar sin dolor, con ritmo sostenido como antaño.

Básicamente, de las sensaciones, endorfinas e inputs que recibí en cada metro que recorrí a lo largo y ancho de Arcentales, subiendo, bajando, doblando y llegando a meta.

Ayer me acordé de muchas cosas. De porque empecé, de porque hice tantas cosas corriendo y porque quiero seguir haciéndolas.


Por más que busque una justificación en la razón, no encontraré tal. La explicación viene desde mucho más adentro, tienes que correr y hacerlo durante muchos años haciendo frente a todo tipo de circunstancias para saberlo.

Ayer le dije a Malagueta que "estoy ante mi tercera vida de correr y que empiezo de cero" pero, como también le decía a Alfredo Varona, "con el chasis ya resentido."

Sin embargo, no pierdo la ilusión de cuando simplemente empecé a correr, primero detrás de mi desconocimiento, después detrás de la gente y finalmente detrás de mis sueños.

Ayer en el siempre mítico Edward 41.42 (tiempo oficial), casi 4' menos que en mayo en la Carrera del Agua y, lo mejor, sin dolor durante la carrera, queriendo y empujando a más.


Vivo el momento y, ¡qué bien sabe! pero qué fácil es también acordarse de cuando corrías 42 kilómetros a ese ritmo, o menos como le puntualizaba también a Varona, y cuan sencillo es soñar con que un día volvieras a una distancia así, no tanto al ritmo, quede claro.

¡Qué difíciles somos! ¡No tenemos arreglo!

Seguimos, un abrazo a todos los que disfrutan corriendo y soñando con seguir haciéndolo.

lunes, 30 de mayo de 2016

Carrera del Agua 2016

17 meses y 7 días después corrí una carrera de 10K en asfalto, con dorsal y todo.

La cita no podía ser más mítica que la carrera del agua, 37 ediciones la encumbran, sexta cumplida en mi caso. Amor en carne propia desde el 2002 donde por primera vez bajé a 37' o 2010 donde retomé los 34's tras años de lesión y renacimiento de correr.

No podía dejar de volver, ojalá sea así, sino en un sitio como este.
Desde hacía semanas quería probar si mi chasis aguantaría el impacto en el asfalto durante 10K aunque solo sea para saborear ese idilio de las carreras populares cada ciertos meses, como chaval que corre por primera vez y donde todo es posible.

Ayer lo logré, una vez más, y ya van más de 70 en diezmil.
Disfruté el pre, el durante y el después, no sólo con Ricardo (siempre a mi lado :) y Javier que vinieron conmigo sino con cracks como Miguel, Héctor o Juanki en diversas momentos, conversaciones, encuentros que me hicieron acordarme de porque me enganché a esto, más por el lado humano que por el deportivo o de superación.
Es curioso como mucha gente piensa en el correr como algo individual, no saben lo que dicen :)

Lo cierto es que no me enteré hasta el K6 donde algo se me empezó a cargar la zona acostumbrada del menisco externo, lo bueno es que en el 8 se estabilizó y hasta pudimos completar un último kilómetro a 4.05. Pasando el 5 en 23', completé el diezmil de mi regreso en 45.38 (tiempo neto oficial) a 4.31, casi 30" menos de lo que suelo en el parque, bastante mejor que el cross de febrero. Una vez más, la magia de las carreras.

Califico la molestia de razonable y la carrera de casi perfecta. Paradójicamente, mi primera carrera en
2001, la extinta San Claudio fue 45.35. Casi un calco de lo de ayer.

Ahí empecé a correr. Ayer, volví a hacerlo.

domingo, 22 de mayo de 2016

Algunos rayos de esperanza

Aunque llevo bastante tiempo sin pasar por aquí lo cierto es que estos meses no han sido ni mucho menos malos para la causa de correr.

Casi alcanzado junio estoy a punto de completar un añito de correr asiduo de nuevo, muchas veces un  día a la semana completado con bici estática o outdoor pero ya con una regularidad mínima suficiente  como para que la rodilla y la postura se hayan vuelto a acostumbrar a esto de trotar.

Recapitulando:

7 de febrero hice mi primera carrera, el Cross de Valdebebas, con muy buenas sensaciones. Dicho sea de paso, en tierra, superficie perfecta para mis circunstancias actuales. 7,3K a 4.43, muy contento teniendo en cuenta que mi ritmo de rodaje habitual de hasta el primer tercio del año estaba sobre 5.15.

10 de abril mi tirada "más larga" en año y medio. Con mi inestimable amigo Ric, igual que el Cross de Valdebebas, 12,2K por Valdelatas. Sin apenas molestia, ritmo cochinero, 5.23 pero suficiente para disfrutar del paisaje, la actividad y la fantástica compañía.

16 de mayo 10K en 49.41, primera vez que bajo de 5' en 10K. El típico día festivo que te levantas fastidiado porque tu equipo acaba de descender a Segunda y lo das "todo" en el parque.

¿Por qué mencionó kilómetros o ritmos cuando antes corría un 10K a 3.24 o un Maratón a 3.59?
Porque son indicadores, muescas, guías, estímulos que te hacen valorar desde lo bajo que te has tenido que levantar y dónde estás ahora.

Como el pulso, el peso, el ritmo no deja de ser algo objetivo que sumado a la sensación de molestia o no a determinado esfuerzo me "habla" sobre cómo voy.

70, 40, 40, 50 por mes en el primer cuarto del año. Ridiculo respecto a lo que vengo (antes podía hacer eso en media semana) pero un orgullo respecto al último año y medio donde hacer 5 a la semana y era un triunfo.

Aunque no salgo al parque y "vuelo". Aunque no dejo de notar alguna molestia en algún momento, esto es lo más parecido a correr, a sentirme corredor que he sentido en muchos meses. Aunque ya "me quede así", aunque no vuelva a correr un Maratón o a "volar" esto ya es mil veces más de lo que podía imaginar que podría recuperar hace apenas un año.

Mientras tanto, el ánimo sigue en pie y el combate no para hasta que sea la salud la que lo haga.

Disfruten sus kilómetros.


lunes, 1 de febrero de 2016

72 kilómetros

Esa es la cifra con la que he cerrado el mes de enero.

Apenas lo que recorría en una semana de descanso en Maratón. Foto del pasado.

Ni más ni menos que el récord de lo que he podido hacer en los últimos 12 meses. Visión a futuro.

Queda mucho por hacer pero haber regularizado y volver a disfrutar de correr, incluso ya alcanzando la mágica cifra de 10K con autonomía, me llena de orgullo y satisfacción que diría aquel.

Hace un año empezaba a coger la bici para ir y volver de rehabilitación, apenas unas semanas después empecé a correr 100 metros, un kilómetro y así, de forma progresiva, sin prisa pero sin pausa hasta con lo que hoy de forma decente puedo congraciarme.

No sé hacia dónde conduce esto pero estoy deseando seguir avanzando para saberlo.

No voy a parar, no me van a parar. Como hace poco me escribía un viejo amigo: "creo que la única forma que dejes de correr es que te corten las piernas" y en eso estamos, a pesar de todo.

Seguimos!