domingo, 28 de noviembre de 2021

10 cosas que he aprendido tras 10 años de debutar en Maratón

Hoy hace 10 años que debuté en Maratón.

Fue una primera vez inolvidable, en Donosti - San Sebastián, donde siempre soñé y de la mejora manera posible (2h47'49" sin pinchar, como un reloj)

Después han venido 11 maratones más hasta completar 12 hasta la fecha. 

10 años dan para mucho. Tu vida puede girar literalmente 180 grados. Y así, ha sido la mía. 

Por ello, me apetecía dejar reflejadas 10 cosas que he aprendido tras 10 años de debutar en Maratón, Quizás, aquellas 10 cosas que me hubiera gusta saber cuando debuté y ahora sé:

1. Confía en ti. Una buena base, plan (entrenador, idealmente), regularidad, persistencia, fe en lo que estás haciendo y en el día D y, de esta forma, todo llegará. Debes visualizarlo y creértelo, aunque a veces no lo veas.

2. Eres capaz de mucho más de lo que crees. Al hilo de lo anterior, no es que puedas hacerlo (a simple vista es una distancia que da cierto respeto) es que realmente puedes hacer eso y combinarlo con trabajo, familia, la vida loca que todos llevamos e incluso rendir bien. El ser humano es maravilloso.

3. Correr no lo es todo. Alimentación, peso, descanso, hacer fuerza (hace 10 años nadie hablaba de eso) y quizás algún deporte sencillo cruzado. Todo ayuda al Maratón. Tampoco, evidentemente, el Maratón "lo es todo" en sentido general (ver siguiente)

4. No te obsesiones. Ni eres profesional, ni lo vas a ser. No vives de esto, ni vas a vivir de ello. Lo haces porque quieres y te apetece, como leer un libro o hacer un viaje. En realidad estás haciendo ambas cosas a la vez, estás escribiendo un libro de un viaje hacia tu interior. En serio, esto no es ni más ni menos que otras mil cosas que hay en la vida. Una vez relajas la intensidad cósmica de "El Maratón" disfrutas más de él. Pero no infravalores todo lo que te puede aportar y enseñar (ver número 10)

5. La marca no es importante. Hasta que tuve mi primera lesión (Diciembre 2014), es lo que me movía. Después volví porque me gustaba y no por marcas. Tuve que aprender con "dolor" que no es importante. En mi último Maratón hice casi 4 horas, más de una hora más de lo que hacía en mis primeros, y mi nivel de disfrute fue igual o mayor. Lo que no es sano es correr lesionado, ni en el proceso ni en la carrera.

6. Disfruta el proceso. Hay quién dice que esto es condescendiente o se dice con la boca chica. Pero, en serio, no creo que nadie se embarque en 3 o 4 meses de compromisos semanales para "solo" una mañana. Sería algo muy reduccionista. La gente con la que compartes el objetivo, la que conoces por el camino, las cosas que te pasan, apuntarte al Maratón, su logística, los momentos que doblegas tu pereza o el cansancio, la ilusión de verte crecer y estar a punto de llegar a otra línea más de salida. Todo eso. Luego, la guinda. El Maratón. Pero si no sabes saborear el antes, no lo harás en el después. ¿Sabes por qué? Porque luego el día del Maratón es una quimera y puede pasar cualquier cosa. Así que mejor, disfruta el camino.

7. Selecciona bien tus plazas. Una vez te metes en el mundo del Maratón el techo es el cielo y te ves corriendo en cualquier parte todo el tiempo. No eres inmortal. No tienes todo el tiempo ni el físico del mundo para correr toda la vida. Solo algunos privilegiados lo logran. He corrido en grandes sitios como Berlín, Rotterdam, Roma, Milán, Frankfurt, Valencia, Sevilla o Madrid pero también en otros no tan grandes. Que no está mal hacerlo pero ahora que cada Maratón cuesta su peso en oro ser sumado, quizás hubiera puesto primero los gordos y ahora no me faltarían imprescindibles en el imaginario maratoniano como Nueva York, Londres o París. Un día escribí que quería correr 50 maratones, ahora debería llevar 20 y "solo" llevo 12. Así que un poco de "carpe diem" en la planificación de tus maratones. Aún así, espero que todavía me quede algo de gasolina para correrlos.

8. Sé paciente. Cuando te lesiones. Cuando no te salgan las cosas. Cuando cojas peso. Cuando no te salga una marca, una y hasta treinta y dos veces. Cuando haya una pandemia. Igual que el tiempo no es infinito, de igual modo, en un espacio de tiempo razonable, hay el suficiente como para retomar, resurgir, volver, empezar, parar, desconectar y mil cosas más. Todo llega.

9. De las lesiones se sale, del Maratón no. He levantado bastantes lesiones. Al hilo del anterior, paciencia. De lo contrario, lo arrastras. Ahora tengo una que no pinta bien pero me apoyo en el trabajo que tengo que realizar, en experiencias pasadas y en la paciencia comentada. Más rápido o más despacio pero se vuelve. Del Maratón, no se sale. Si es tu pasión, te cuesta no emocionarte cuando ves que otros corren y tu no puedes. O cuando piensas que no podrás correr todos los que te planteaste. O cuando de verdad ya no puedas correr, seguirás soñando con correrlos porque tienen algo que solo una vez te metes, sabes valorar (siguiente).

10. El Maratón es una gran escuela de vida. Me ha enseñado tantas cosas que necesitaría 100 puntos para desarrollarlo. Me ha ayudado a soñar, a superarme, a creer en mi, a sacar adelante los "kilómetros 32" que todos tenemos en la vida, a seguir aunque estés destrozado, a saber que todo el dolor pasa y luego llega la gloria de la línea de meta. Y a que puedes. En serio, puedes. 

No tengo ni idea de donde estaré en 10 años y, gracias a este aprendizaje de vida, ahora mismo no me preocupa. 

Sé que saldrá bien porque me he llevado todo esto puesto. Lo llevo cada día. Confío en mi estrella y esta filosofía de vida. En realidad es un decálogo de vida, no de Maratón. Solo hace falta cambiar algunas palabras.

Esa gestión de la incertidumbre que te da el Maratón. Y aguantar lo que caiga con fe en ti mismo, es lo que me hace confiar que todo saldrá bien.

domingo, 3 de octubre de 2021

Crónica del Maratón de Berlín 2021 #berlinmarathon

Viernes y Sábado en Berlín

Llego a Berlín el viernes por la tarde como a eso de las 19.00. Por primera vez puedo hacer buen uso de ser "un local más" y llego con mi propio coche desde Frankfurt. 6 horas de viaje (...) Cuando las últimas semanas vi mis dudas sobre la prueba, consideré que era la mejor opción dejar abierto el poder ir (o no) hasta última hora sin agobios de cancelación de tren o avión, que también por aquella época ya estaban tremendamente caros. El domingo me acordaría, claro (sic)

Voy directamente a la Feria. Situada en el antiguo aeropuerto de Tempelhof. Una auténtica maravilla que te transporta a la primera mitad del siglo pasado, parece sacado de una peli de Indiana Jones.

Esperaba una Feria mucho más grande, quizás por el Covid no lo es, pero aún así es como recuperar algo que habíamos perdido: el ambiente de una carrera, de un maratón!, con sus puestos, sus nervios, el dorsal, las fotos... no es que necesitemos todo esto para ser más felices pero oye, qué bien sienta, o si, a lo mejor necesitamos todo aquello que nos hace feliz, selectivamente, y que gracias a irnos desprendiendo de todas estas restricciones y prohibiciones estamos recuperando poco a poco. Y valorando, sobre todo valorando.

Sinceramente, no creí que este Maratón se pudiera celebrar, después, que yo mismo lo pudiera correr (...) así que cuando llego me digo: estamos en Berlín! Parece increíble!

Si un día empiezas a correr, y si lo haces durante años y te gusta algo como el Maratón, es para estar con salud corriendo algún día en plazas como esta. Sueñas con hacerlo tantas veces en aquellos momentos que no te apetece, no tienes tiempo, estás lesionado, hace calor o llueve, que cuando llega, es un ya? en serio? Llevo 20 años corriendo, 10 años corriendo Maratón, llevaba 11 a mis espaldas y mantengo la ilusión de maratoniano del primer día. A pesar de mi ocaso de correr, mis achaques y lesiones, es que me encanta esto. Estaba como un niño en la víspera de Reyes, ilusionado y nervioso :)

Es un Major, es el escenario del último record del mundo de Kipchoge que tenemos en la propia medalla grabado y... se celebraba por fin después de su cancelación en 2020 y sus dudas de este año. El lema #restartrunning de la organización no podía ser más acertado.

Volviendo a la Feria, que me desvío, me veo con Nasman de Instagram (un crack que hace 3.09) y me compro todo el merchandising habido y por haber: camisetas, sudadera, gorra... me da un poco de cosa hacerlo porque ni siquiera sé si terminaré y pueden ser las típicas prendas que se queden malditas y a las que les tengas manía cada vez que las veas pero... al final me decido y me hago con ello. Son más recuerdos imborrables, y de esos que perduran, al menos hasta que te los puedas poner :)

Cena en pizzería por la zona y paseíto. Me alojé en la zona de Kurfürstendamm, a unos 4 kilómetros del parque de Tiergarten donde empieza y termina el Maratón. Elijo el Hotel Astrid (100 Euros/noche) de lo más económico que había en Agosto de... 2020 y es que lo que mueve un Major es de locos. La ubicación estaba bien sin ser céntrico, aunque la próxima vez me iría más al centro. El hotel cumplía, sin más. Eso si, tuvieron el detallazo de late check out sin coste y a las 16.00 del domingo me estaba duchando.

El sábado fue el día turístico por antonomasia. Era la primera vez que estaba Berlín y quería aprovecharlo, ya no me pongo freaky a guardar cada gramo de esfuerzo como antaño. La ciudad y su historia me encantó. Con mucho cuidado salieron unos 21.000 pasos y es que al final, aunque no quieras, es inevitable y el día acompañaba.

Durante todo el día noté la rodilla y eso no me gustaba, si la notaba caminando, que no sucedería corriendo, parecía un milagro que pudiera hacerlo y terminar.

Visité Postdamer Platz, el sobrecogedor monumento a los judíos, Puerta de Brandemburgo donde ya te ves finalista y se te eriza el pelo de imaginarlo, es increíble que se pase por debajo al llegar decía mi madre!, el Bundestag, la zona de los museos y más monumental de la ciudad con la Catedral y su pirulí particular. Conocí la capital de Alemania y vi realmente muestras de grandeza, como puedes encontrar en un París o Londres. Muy gratamente sorprendido.

Finalmente visita típica al Check-Point Charly que aunque ha quedado muy turístico, que voy a decir yo si estaba allí, pero que merece la pena solo por imaginarse todo aquello y la zona de interpretación que han habilitado para entender qué pasaba en aquella zona y en la ciudad. Mención aparte a todos los momentos que ves el Muro de Berlín o partes del Muro y te lo imaginas. Espeluznante.

Me quedaron un millón de cosas por ver pero eso, me lo dejo para un "long weeekend" bien acompañado, total, solo son 6 horas de coche :)

Cena en italiano, penne a la rabbiata como viene siendo ya casi constumbre últimamente, cervecita para dormir mejor (...) y sobre las 00.00 en la cama, a las 6 y algo sonaría el despertador. Ni tan mal con respecto a otras veces.

Previo

El despertador suena pronto, desayuno como puedo lo que tengo en la habitación. Ingiero las sales de Mauren que he comprado en la Feria junto sus mil geles para la carrera (lo cierto es que van fabulosos), camino al metro, unas cuantas paradas y bajada en Postdamer Platz para ir caminando hasta la entrada en el recinto de maratón junto a la pradera del Bundestag. El peregrinaje de maratonianos junto a familia y amigos es muy emocinante. Siempre me encantan esos momentos, gente llegada de todo el mundo con una sola ilusión: correr en Berlín.

Todo perfectamente organizado. Entrada al recinto solo para maratonianos, el día de la Feria ya mostraste si estabas vacunado o tenías test para correr. Mi prioridad es el servicio y dejar la mochila, como llego con tiempo y todo está tan bien organizado hago ambos sin problemas. Así da gusto empezar. 

Me aproximo a la salida en medio del parque, mi ola es la segunda a las 09.35 y a lo lejos ya se oyen las palmas de la primera, pone los pelos de punta, es impresionante. Después nosotros hacemos algo similar con musicón y bummmm, empezamos! Estrategia clara: finalizar y estar entre 5.25-30 durante la carrera hasta que el cuerpo y la gasolina aguante, ojalá. Mis entrenos a 5.20, sin tiradasa largas y con todos los achaques de rodilla no permitían más, ni por supuesto los 5.00 de los últimos maratones competitivos en Roma y Ginera donde finalizo en 3.30. 

Día particularmemente caluroso para ser Alemania. Gorra calada del Maratón de Berlín, here we go!

El Maratón

Con la estrategia "defensiva"comentada (básicamente, terminar y no lesionarme) comienzo y la verdad que siento la rodilla desde el primer metro. No sé cómo voy a terminar esto, aunque me fijo en emociones positivas (de hecho, los días anteriores rememoré en Instagram mis 11 maratones solo para darme cuenta de lo que he sido capaz de hacer y superar en el pasado...) no es difícil pensar que puede ser mi primera retirada. Me digo a disfrutar, dentro de lo posible, y a ello voy.

Una vez salimos de Tiergarten tenemos casi la mitad de la carrera por la zona de Berlin Este, tengo ganas de pasar por ahí y ver qué aspecto tiene. No en vano, un Maratón no es solo correr, sino conocer de una forma un poco peculiar una ciudad. Los puntos de animación son dispares en los primeros kilómetros pero en general se ve buena y abundante animación en zonas iniciales y alejadas del centro así que imagino que luego será todavía mejor.

Sin estrés pico los primeros kms en torno a 5.30 (y gracias), bien de pulsaciones (espero que me río cuando he llegado a correr por debajo de 4' en Maratón, pero chico, esto ahora es así...) y llego a un punto de animación importante sobre el 10-12, zonas de los puentes y Museos, donde empiezo a notar que el dolor de la rodilla desaparece levemente hasta que "milagrosamente" se va. A cambio, me llega la rigidez de pisada que acostumbro en Maratones desde hace tiempo desde tiempo inmemorial. Es curioso como cambiar un dolor nuevo por uno ya conocido me anima. Porque sé que aunque pise mal sigo y puedo avanzar. Y así es. 

Del K15 al 30 hago mis mejores kilómetros de la carrera, incluso con parciales más cercanos al 5.20 que otra cosa, ahí intento mesurar porque sé que el "derroche" de fuerzas de ahora, será el sufrimiento de más tarde. Tarde o temprano llega ese momento. Para el 90% de los mortales es así.

Paso la Media Maratón en 1h55'17' a un decente ritmo de 5.28 (puesto 8886, había pasado el primer 5K el 9881. Solo en 16K había pasado unos mil corredores) que estaba en mis mejores previsiones como ritmo objetivo. Me veo bien, aunque es cierto que esos kilómetros del 25 al 35 siempre son para mi travesía del desierto y se me hacen duretes.

Ni que decir cabe que en aquellas zonas la animación en la calle es destacable. Muchos latinos. Mexicanos particularmente. Junto a españoles, pues ya sabéis, yo me vuelvo loco con los "Viva México", "Vamos España" y lo que haga falta con tal de animarme, animarles y pasarlo bien, que de eso al final se trata. Darle color a la carrera. Destacables también algunos balcones con musicón, Queen, Rock o lo que se tercie. Berlín mola.

También "mola" que vayas tan acompañado toda la carrera, con petada o sin petada eso ayuda mucho. Para mi es uno de los puntales de un Maratón. En mi caso como cada vez voy más atrás, pues más fácil es ir acompañado :)

No tengo muchas referencias de sitios concretos en Berlín porque toda esa parte inicial de la carrera no va precisamente por la parte más turística a excepción de la salida del parque, algo los Museos y punto. Sobre el 30 y algo ya llegas precisamente a la zona de Kurfürstendamm donde tengo el Hotel. No os niego que es una tentación. Pero aquí hemos venido a terminar, y una vez paso el 32 ya me veo finalista. Sé que voy a petar pero ya conozco mi cuerpo. Aunque cada vez voy más lento en los maratones sé ponerme el mono los últimos kms y terminarlos, y sufrirlos pero no lesionarme ni sufrir un infierno. 

Me llega la gasolina hasta el K35 (los últimos 5 ya había subido de 5.30 pero no mucho) y ahí ya me agoto, ya han subido las pulsaciones hasta comerme el muro y solo queda remar. Gorra para atrás como de costumbre y que más da que marque 5.55 que 6.00... antes me llevaría las manos a la cabeza ahora son apenas 30'' del ritmo crucero de finalista que estoy llevando. El caso es que en el 39, cerca de Postdamer Platz, se me sube la parte posterior del glúteo derecho y tengo que parar. 

Diría que me asusto pero por algún motivo sabía que no sería nada terrible. Calculo rápido y en el peor de los casos me quedarían 3 kms "andando", si andando, pero es que en el momento de ocaso y realismo deportivo que estoy, chico, después de haber corrido 39 kilómetros si no pudieras más, no se me caen los anillos por caminar, e irme con la medalla de Berlín, esa medalla era mía!

Camino unos 10-20 metros, estiro un poco como acto reflejo, parece que mejora y sigo corriendo (por eso sale mi parcial del 35 al 40 en 6.20) paradójicamente me veo habiendo levantado la última tapia en medio del muro para asaltar a Filípides en Brandemburgo y me vengo arriba. Tanto que los últimos 3 kms son bastante "rápidos" (ojo, últimos 2.195 en 5.39 cuando la media de la carrera final fue 5.36 y en plena llegada petado de un Maratón), lo que es el coco.

Animo a corredores, a la grada, "Berliiiiin I don't hear you", "we fucking made it" "we made it!" y mi famoso "Vamosssss" que tanto gusta en Centroeuropa. Es una fiesta. Si durante el recorrido choqué todas las manos de chavales que me encontré, en estos últimos kms me quedé sin voz. Estaba en medio de una fiesta de correr y la iba a terminar vivo y fuera de sí. Si la vida es digna de vivirse es por momentos como estos.

En la llegada de Brandemburgo hasta un tipo que se grababa llegando me graba (y lo captan las fotos del Maratón), tengo otro momento super emotivo que guardo para mi, cruzo Brandemburgo y no dejo de gritar y levantar los brazos.


Los que me conocen saben que ha sido el año más duro de mi vida, mil cambios, caerte y levantarte, la pandemia...y estaba aquí sin tiempo para entrenarlo, con la salud justa terminando como un jabato Berlín, joder, no lloro pero me emociono y valoro todo lo que supone. 



Por primera vez en un Maratón, como sabía que sería largo y necesitaría mil estímulos, dedico cada kilómetro mentalmente a una persona o un grupo de personas que representan algo para mí. Por supuesto, el último tengo en mi cabeza a mi hijo César, esto va por él.

Entro en meta enseñando mis manos: 10 + 2 = 12 maratones y mi primer Major.

3h55'43'' (5'36''/K) 6946 clasificado de 23.000 participantes.

Aunque tardo 5' más en la segunda Media, casi me cayó minuto por kilómetro del 35 al 40, paso a unos 3.000 corredores desde el 5 a meta. El ritmo fue el que fue pero nadie me puede decir que no gestioné bien esta carrera con los mimbres que contaba, más bien pocos o justos.

Super feliz de este Maratón. Ahora solo necesito recuperar bien el físico para plantearme nuevos horizontes en 2022 pero la rodilla me preocupa, incluso una semana después. Luis dice que es de mis problemas con cadera y pie, vamos que tengo un largo camino para levantarlo.

Espero que no sea mi último Maratón, me gusta demasiado esto. Incluso cuando ya no estoy o cuando termino más de una hora después de lo que hacía hace unos años, he aprendido a aceptarlo. La vida es cambio y adaptación. En este terreno es la versión que tengo y aún así, me llena. Soy maratoniano y lo seguiré siendo hasta que el cuerpo aguante. Cuando no me deje, me llevaré a la memoria días como este,y de los 11 anteriores. Seguimos :)

sábado, 2 de octubre de 2021

Como decíamos ayer... (II)

La semana pasada corrí el Maratón de Berlín, mi décimosegundo Maratón.

Sé que es una rotura de hielo un poco brusca tras año y medio de silencio de Blog pero mejor empezar así, o no.

Antes, me gustaría hacer una entradilla para contar qué fue de mi vida de Mayo del 2020 a Mayo del 2021 donde empiezo la preparación de Berlín dado que parece se va a realizar el Maratón, como por fortuna luego fue. Y su transición de mayor a septiembre de este mismo año.

El "confinamiento alemán" (marzo, abril y mayo de 2020), todavía residiendo en Frankfurt hasta Julio de 2020, es muy leve y permite salir a correr. De hecho corro y cojo la bici bastante en esos meses. En mayo, empiezo a quedar con un par de grupos de runners con los que puedo hacer tiradas largas los domingos y sábados de cervezas. Es de lo mejor que me llevo de aquella época. En julio, sin embargo, vuelvo a España para pasar la segunda parte de la pandemia.

Último rodaje con mis colegas alemanes en Julio de 2020.

Vuelta a Madrid y al barrio, Alameda de Osuna, tengo la suerte de seguir teniendo allí a mis queridos DrinkingRunners los que me dan la misma vida para salir a trotar a diario con la fresca o de fin de semana. Gracias amigos.


El caso es que a la vuelta de verano empiezo a entrenar asiduamente con fuerzas y rabia renovadas, con las idas y venidas de la segunda ola en Madrid, tengo la fortuna de vivir cerca de un sitio donde se realizan carreras, Valdebebas, en plena pandemia y ya con media España y Europa cerrada a cal y canto. De hecho, lo que había sido un "confinamiento alemán" muy liviano en primavera del 2020, entre Octubre del mismo año y primavera del 2021 está todo completamente cerrado, por suerte, me pilla en Madrid.

Sin enrollarme demasiado, esas carreras del Valdebebas gracias a Eventhinker me dan la misma vida e ilusión en medio de tanta pandemia. Creo que no soy el único. Salidas con mascarilla, por tiempos... raro, lo que quieras, pero eran carreras y te quitabas el mono.

Corro tres de Octubre a Diciembre:








En Octubre me voy testando con las cuestas de Valdebebas y me llevo la sorpresa de que estoy mejor de lo que pensaba. Con fuerza y menos peso, toco "techo" en noviembre en asfalto. Hacía un año luz que no bajaba de 40' en diezmil (sin entrenar nada específico) y en recorrido que no facilitaba tal, quizás era un 38.xx en un Canillejas con buen día. Finalmente, ya en un diciembre pre-navideño peno por las cuestas de este otro Cross. Puedo decir que corrí entre guerras con el virus de por medio. Fue un lujazo.

Primer rodaje en Frankfurt en mi vuelta definitiva a la ciudad. Me quedo, que decía Piqué.

Después, llegó 2021, Filomena y mucho lío preparando la vuelta a Frankurt definitiva (a mediados de marzo ya estaba de vuelta) y ese primer tramo de año apenas corro. Eso me va a penalizar para luego coger rutina en Frankfurt entre ese mes de marzo y mayo, donde prácticamente empiezo a preparar Berlín de cero en los últimos meses.


En Junio ya empiezo en serio, otra vez planificado por Luis del Águila, y me encuentro con un muy caluroso Frankfurt en Junio. Después el periplo de entrenar durante dos meses de vacaciones y teletrabajo de Julio y Agosto entre España (Madrid, Andalucía) y Grecia (Corfú) para luego volver a Frankfurt a finales de agosto y hacer el final de preparación en mi nueva vieja ciudad del Meno, definitivamente, más algún escarceo fuera tipo Luxemburgo.

Los entrenos han sido básicamente lo que en Roma y Ginebra: 3 días por semanas a 5.20 (no he podido llegar a bajar a menos) con 8, 8 y 12... así llegué hasta máximo 20 kilómetros un par de domingos, nada más. En total unos 470 kilómetros de mayo a septiembre.

Los entrenos y sensaciones son buenas hasta que a principios de septiembre me empieza a doler la rodilla derecha y no me gusta nada, tengo que ir al osteópata, hacer reposo, saltarme algunos entrenos... y luego en aquel rodajillo de Luxemburgo casi un esguince de tobillo. Vamos, todo hacía indicar que llegar simplemente a Berlín ya era el mayor éxito.

Llegar, llegué, en el próximo post, cuento cómo fue.