Tras 14 semanas de preparación y otro mes de base, este pasado fin de semana llegó a mi vida el Maratón de Frankfurt, el quinto de mi colección personal, primero de Alemania.
Huelga decir cómo llegaba a la cita germana: tocado de isquio y adductor, bastante acongojado, porque no decirlo sobre las posibilidades de que los problemas se presentaran en la propia carrera e incluso me hicieran abandonar por primera vez en mi carrera deportiva en una prueba de fondo... de entre las más 120 que ya he disputado.
La semana de la carrera fuí al fisio de confianza el lunes, me aclaró que la molestia 'no era nada psicológica' que, efectivamente, había una parte contracturada que intentó liberar. Continué estirando, poniendo velas a los hados e intentando no pensar mucho en ello.
Aún así, producto de ello o no, desde el viernes la parte superior de mi espalda apareció totalmente bloqueada, de hecho, apenas podía mover cuello a derecha e izquierda.
¡Menuda forma de empezar un viaje de Maratón! Cuando llevas batallando casi 4 meses y las dificultades se acumulan en los últimos 15 días no queda otra que hacer de tripas corazón y confiar en ése maravilloso ingenio llamado cuerpo humano, así como en el magnífico rector que lo gobierna: nuestro coco.
A pesar de todo ello, tenía ganas de luchar, de correr, de presentar batalla. En definitiva, de vivir otra experiencia maratoniana.
Mañana, no sé donde estaré ni si podré. Hoy, sé lo que hago y el tiempo del que dispongo, y mi ilusión es invertirlo, entre otras muchos apartados y pasiones de los que afortunadamente dispongo, en retarme y vivirlo como un niño, como la primera vez.
Llegamos al hotel de Frankfurt vía Terminal 2 (gracias Iberia Expréss...) el viernes a las 11 y pico de la noche. Check-in y cervcecita antes de dormir (dicen que las de los viernes, no cuentan para el Maratón ;)
Por suerte, en previsión de la hora tardía a la que llegaríamos llevábamos un par de bocadillos de jamón salado y queso. Había leído sobre la humedad de Frankfurt y su río, la previsión era húmeda con posible lluvia y quería incrementar la ingesta de sal desde el jueves hasta la carrera, en la medida de lo posible. Lo seguí a rajatabla, apenas ningún pretzel se me escapó el sábado ;) ¡Y mira que están salados!
Nuestro cuartel general estaba situado apenas a 5' caminando de la Estación Central, 10' del Festhalle/Messe Frankfurt (Salida y Feria del Corredor) y 25' de Römer (centro histórico)
Por eso, y por la comodidad, limpieza, desayuno, amabilidad y relación calidad-precio (130€ doble con desayuno, wifi gratuito, reservado eso si, en diciembre 2012) recomiendo el Hotel Topas.
En la Feria del Corredor recogiendo mi dorsal de la suerte.
El sábado, tiempo para conocer lo poco que tiene la ciudad: el reconstruido centro histórico (Römer), el paseo por el río divisando su espectacular Frankfurter Skyline (particularmente recomendable por la noche), sus puestecillos de pretzel y salchichas... y poco más.
Lamentablemente, como en otras tantas partes de Europa central, la II Guerra Mundial hizo estragos y el mayor centro histórico gótico del viejo continente quedó borrado del mapa por parte de los aliados.
Lo que parece 'histórico' es una copia ochentera.
Eso explica la fisonomía tan modernilla de Frankfurt, rascacielos difícilmente visibles en otras ciudades europeas. Recordemos su capitalidad financiera (Sede del BCE...) y su peso específico en Alemania y el continente.
A mediodía pasamos por la Feria del Corredor, grande, fantásticamente organizada, tras acreditarme, pasamos al Festhalle a la comida de la pasta (apenas un tupper incluido en la inscripción, una cerveza y un par de bebidas sin alcohol adicionales) para empezar a sentir el gusanillo de finalizar en un sitio tan diferente y especial a todos los que he visto y veré en mucho tiempo: en un pabellón cerrado, con música disco y animadores a ambos lados. No tiene precio... pero no adelantemos acontecimientos, eso tocará al final del relato.
Antes de irme, en la Feria del corredor me doy un masaje en la parte de la espalda contracturada de 10'. Me autoconvenzo que eso queda solucionado.
Para finalizar, descanso y siesta en el hotel (como los PROS ;) y paseo final en el río, como ya comentaba para terminar de hacer la carga de hidratos en el italiano Raffaello, también recomendable, aunque tardarán lo suyo en servirnos, tanto la pizza como la lasaña pedidas estaban de muerte.
El codillo y la cerveza buena... la reservábamos para después de la carrera :)
Paseo nocturno por el Meno.
Como en España, Alemania también atrasaba sus relojes una hora (de las 3AM a las 2AM), sumado a uqe la carrera empezaba a la inusual 10:30AM, el descanso nocturno estuvo asegurado. No creo que haya dormido tan bien ni con tanto tiempo, ni madrugón de por medio en ninguno de los cuatro maratones anteriores.
A las 7.15 me levanté, ¡ya no podía dormir más! y a eso de las 8 ya estaba desayunando acompañado de mi fiel escudera, además de rodeado de corredores alemanes, ingleses, japoneses o lituanos, ¡qué maravilla de maratones internacionales! En esos momentos, ya se corta la ilusión teñida de nerviosismo con un cuchillo.
El traje de matar preparado para Frankfurt: Joma Carrera y gorra calada para la ocasión.
Desayuno muy básico: café bien cargado, sólo, apenas un poquito de azúcar, dos panecillos sin pipas (¡mira que me gustan pero prefería desecharlos para evitar problemas de procesamiento!) y mermelada de fresa. Nada más, eso si, mucha agua, preveía que necesitaría estar hidratado para la lucha.
Toda la noche llovió como el demonio y aunque el amanecer fue apacible el día se fue convirtiendo en producto de una mente enajenada...
A las 9.15 abandono la habitación y marcho tranquilamente caminando hacia el Messe Frankfurt para dejar mis bártulos y comenzar con la fiesta :)
Sin dejar de beber hasta que dejé la mochila.
Nuevamente, todo muy bien organizado, tanto para dejar la mochila, como para encontrar los sitios oportunos y el corral de turno (el mío era el ASICS, los que estamos por encima de élite y hasta 3.15)
También ayudó que llegara, para variar..., con una hora de antelación para visualizar el escenario y evitar las temidas prisas por si hubiera que cambiar algo de última hora.
Rondábamos los 14º, nada de frío, el viento se empezaba a mover pero no había lluvia.
Decido salir con la ropa de maratoniano y la gorra por si llueve o sale el Sol como el día anterior, muy fuerte, no quiero que la cabeza se convierta en una fuente de expulsión de calor... y de posible deshidratación.
Caliento 10', algo de movilidad, técnica y progresivos durante 5' más, y al cajón a las 10.10.
Entro 20' antes, mucho tiempo puede parecer, porque hay ya bastante gente dentro y no quiero salir muy atrasado. A la postre creo que fue acertado, calenté bien, no hacía frío, estábamos 'bastante juntitos' y así, nuevamente, evitaba las prisas y nervios de, por ejemplo, Valencia, donde entré a última hora como elefante en una cacharrería.
Presentación de los atleta de élite y bummmm, ¡comenzamos!
Primeros compases, todavía agrupado. Viento sin lluvia.
¿Cómo afronto el Maratón? Con dos premisas:
- empezar el primer kilómetro cercano a 4'10'', sin prisa, para coger ritmo, pulsaciones, y calor en los músculos, para intentar regularizar cada uno de ellos, hasta que el cuerpo aguante, entre 4'00'' y 4'05''.
- sin obsesionarme con el músculo, sentir cada pisada y observar, modificando en caso oportuno cada aterrizaje de mi pie derecho (el que el isquio/adductor) coniverte en madera cuando se pone rebelde.
Esta estrategia me relaja y libera. Por un lado, mis entrenos estaban hechos para ritmos cercanos a 3'58''-55'' idealmente... por lo que ir 5''-7''-10'' por encima debería ser llevadero y razonable a largo plazo, pudiendo disfrutar de la carrera y yendo a más o menos en función del día y de mi estado.
Por otro lado, requiere un alto grado de concentración y auto-conocimiento. Correr durante 42K pensando en 'cómo apoya tu pie derecho' para que lo haga correctamente es, como decía por otro lado, el mayor ejercicio de focalización en una parte de mi cuerpo durante mayor tiempo que he hecho nunca.
El caso es que la cosa parece que funciona. Los primeros 13,5K son por centro, con algunos giros ininteligibles, que además se repetirán al final. Por suerte, es un maratón de gran nivel y vas agrupado y con facilidad para buscar o ser encontrado. Si llegas como un tiro y el día es bueno, esto debe ser maravilloso.
No fue mi caso, ni en lo uno, ni en lo otro, por eso debía jugar las cartas comentadas.
Comento ése 13,5K precisamente porque coincide con el momento de 10 días atrás en el que a ritmo similar el isquio/adductor se manifestó entrenando... y porque cruzas el Puente más fotografiado de Frankfurt (desde donde se ven los rascacielos) y que te conduce paralelo al río hacia las fueras hasta el K28.
Pasando por la Ópera de Frankfurt.
El caso es que encuentro en ése momento mi primer punto de apoyo motivacional, ¡no peto al pasar por ése punto! y he pasado los primeros 10K a unos razonables 40'16'' y apenas 164 pulsaciones (mi RM está en 166-68 apróximadamente) por lo que me encuentro bien, aunque claro ¡quedan 32 kilómetros!
Tras la pequeña subida del Puente hay una bajada en la que se animan un poco las piernas y yo paro el carro consciente de mi especial situación y de lo que queda por delante. Pasamos el K15 (1:00:16) y empieza a llover, tímidamente, y en crescendo hasta llegar a ser torrencial del 20 al 28 apróximadamente.
El líquido elemento nos acompañará durante una hora y algo haciendo aún más difícil el reto que cada uno busca en su propio Maratón.
Junto a esto, tenemos viento en contra, hay espacios abiertos, carreteras, el borde de un bosque en el que es fácil ser golpeado por Eolo, y aquí, ya los grupos son unidades, y suelen marchar en fila de a uno. Los maratonianos saben de qué va la vaina y apenas nadie es el guapo que da la cara por el resto. El que quiera algo, que se moje, nunca mejor dicho, y tire, o busque un grupo delantero.
Es mi caso, de hecho, consigo ir a 4'02'' del K15 al K25 en un momento de la carrera solitario, lluvioso y ventoso al mismo tiempo. Lo hago porque me encuentro bien, también el pulso sigue por debajo de lo que puedo rendir en un Maratón.
También bebo, siempre agua cada 5K, imposible saber cuál era el Aquarius o similar (¡todo en alemán!) una de las cosas que menos me gustó de la carrera para ser un maratón internacional, apenas nada en inglés en Feria o carrera.
Llevo en la cabeza a mucha gente que 'me anima mientras corro', otros corredores de Twitter, del foro, del parque o mi club. Aunque no lo crean, todos suman y aparecen en imágenes con palabras, recomendaciones o inspiraciones. Me acuerdo mucho de Mario del GGM que me imploraba a olvidarme de dolores, centrarme en la carrera y disfrutar. Trato de hacerlo y creo que lo consigo durante el 100% de la prueba.
He pasado la Media en 1.24.46 y aunque sé que doblar es quimérico, me anima saber que puedo estar sobre 2.50, ni tan lejos de mi MMP en un día y en unas condiciones complicadas, y por debajo de Rotterdam.
No puede faltar alguna 'carita' de sufrimiento.
Del K25 al K30 sufro un pequeño bajón (parcial de 5.000 en 4'05''), ya se hace duro, y todo afecta. También he consumido en ése rato dos geles, no sé cuanto durará la gasolina, me queda uno de cafeína para el K35. Me cacheteo cuádriceps cada dos por tres, estiro brazo cuando puedo, no quiero quedarme agarrotado con el frío y el agua.
Empieza a hacer cábalas. Mi mujer está en el K36, apenas me quedan 24' para verla, busco la motivación en cualquier parte, sé, además, que ya voy remando hacia la ciudad, ya no habrá más afueras.
El ambiente va creciendo, aunque lo ha deslucido claramente el día, hace unos kilómetros había puestos de salchichas y alemanes con cervezas y con sus mesas y sillas de campo. Ya lo vi en Rotterdam y no deja de llamarle la atención y ganarme a nivel vistosidad.
También pienso que apenas quedan 48' para finalizar, ¡un rodaje ridículo en cualquier tirada del Parque! Hace tiempo que pienso en lo que queda, y no en lo que 'llevo', creo que es más fácil de digerir.
Un poco por todo, y ante el fin de la lluvia, doblego ése momento y me dirijo hacia ése K35 en el que ya debería estar muerto (o eso esperaba yo el día de antes, incluso retirado), sin embargo, lo completo en 20'16'' (cincomil del 30-35), -5'' por debajo del momento anterior de bloqueo.
No lo puedo creer y, además, ¡ya está aquí mi motivación! Paso por el K36, junto a nuestro hotel, veo a Pili y le grito: "¡Estoy corriendo bien!" tirándole la gorra que ya me sobraba y pesaba un quintal al mismo tiempo.
Nuevo paso por la Ópera, ¡mirando a la cámara!
Creo que Rocky gritó menos a Adrián en su primera peli. La energía del momento y de verme terminar un maratón que se alumbraba con tantas dudas de forma positiva me tira hasta el K38... momento en el que sí se acaba la gasolina, pero no, como otras veces. Lo cierto es que aguanto hasta el K40 a 4'12''.
Incluso en Valencia, terminando en 2.47.28, la pérdida fue mayor.
Fue de ritmo pero también de locura en cuanto a giros, adoquin y vueltas por el centro en los últimos 4 kilómetros hasta el K40... y porque el viento ya era huracanado.
Para muestra un botón: http://instagram.com/p/f_Lm4uOTPK/ (6'' de vídeo al terminar)
Del K40 a meta tiro con lo que puedo, me sorprende que no se me monta ningún músculo, ni se me subo un gemelo o tenga un tirón por parte alguna... ya sabes, al final, como maratoniano, esperas este tipo de dolores y achaques al final de la prueba pero no aparecen.... lo que si aparece es la imposibilidad de ir más rápido: 4'25'' dos últimos kilómetros y....
Últimos metros antes de entrar en el Festhalle, sonrisilla de finisher.
La entrada al Festhalle soñada. Ante las dificultades previas, frente a un día duro de viento y lluvia, jugué mis cartas ante el Señor Maratón y le planteé una partida seria, dura a su vez, de las que te sientes orgulloso por siempre. Siempre, siempre, lo recordaré.
No es mi mejor marca, de hecho, bajo por los pelos (por marcados, no en la realidad) de 2.52... pero para mí, es como si lo fuera.
¡It's all correct!
Recuperando la sonrisa en la llegada, ¡contento! ¡orgulloso de la carrera realizada!
Levanto los brazos, disfruto de la entrada, ¡cada vez lo hago más! Me acuerdo de las palabras de Quique diciéndome que lo hicera, de las de Jaime... de cuando en Valencia entré en 2.47.28 y no disfruté la llegada porque 'perdí' 2 minutos al final. Y me dije que nunca lo volvería hacer.
Todo Maratón es celebrable, porque es una partida a cara de perro contra un reto, contra él y contra tí. Contra lo que se supone que puedes y frente a lo que finalmente consigues... si te lo propones.
Porque siempre puedes y siempre puedes más.
2.51.42 a 4'04"/K.
377º clasificado de 14.379 llegados. En el 2,6%.
Clasificaciones del Maratón de Frankfurt 2013
Fotos del Maratón de Frankfurt 2013
Vídeos del Maratón de Frankfurt 2013 (personalizados y sensacionales, en puntos kilométricos 30, 35, 40 y meta)
Mis parciales:
Con la medalla, ¡la quinta del casillero!
Mi QUINTO maratón, quizás del que más orgullo siento. Porque esta dura especialidad, enseñanza constante para tu vida cotidiana personal y profesional, es así.
Puede que hayas completado una buena preparación (no la quiero tachar de excelente) pero que al finalizar la misma tengas problemas y debas luchar con lo que tienes, justo con eso, valorando y potenciando lo que ya trabajaste, siendo realista de tus posibilidades en ése momento y sin tirar por la borda el trabajo acumulado.
Ya habrá más oportunidades de mejores marcas... cuando el físico acompañe o no... pero eso nunca lo vas a poder elegir. Si podrás elegir cómo afrontas la prueba y qué jugo le sacas.
Cuento mis apariciones en Europa por 2.51 (x2) y 2.55, frente a los 2.47 de suelo patrio. Espero que Sevilla empate la balanza respecto a mi mejor prestación dentro de nuestras fronteras ;)
Próximamente el análisis más detallado.
Próxima parada: ¡SEVILLA 2014!
PD1: Para ampliar un poco más de información sobre lo que aconteció tanto en los kilómetros finales como durante el recorrido:
Los tiempos del ganador de la prueba: KIPRUTO http://live.bmw-frankfurt-marathon.c...ang=EN&event=L
2.06.15 media de 3.00
Del 35-40 a 3’04’’ y del 40 a meta a 3’09’’.
Normalmente el ‘pájaro’ hubiera estado en 2’57’’-58’’ de media en un día bueno.
Más palabras de la organización:
“Vincent Kipruto and Caroline Kilel make it a Kenyan day in Frankfurt’s stormy weather”
“The elite fields going into the race revealed unprecedented strength in depth for a marathon in Germany with five runners with personal bests of 2:05:30 and three women who had run sub 2:22 awaiting the starting gun. But with wind speeds of up to 50 kilometres per hour, corresponding to 6 to 7 on the Beaufort scale, any prospect of achieving fast times soon disappeared.”
“I have spoken to a number of athletes and coaches. And we think that the wind probably cost us around one and a half minutes. Additionally the pacemaking in the men’s race was terrible today,” said Christoph Kopp.
La organización reconoce el mal día y estima una pérdida de 1’-1’30’’ en la élite. Imagino que para el resto de mortales… la pérdida sería mayor.
Huelga decir cómo llegaba a la cita germana: tocado de isquio y adductor, bastante acongojado, porque no decirlo sobre las posibilidades de que los problemas se presentaran en la propia carrera e incluso me hicieran abandonar por primera vez en mi carrera deportiva en una prueba de fondo... de entre las más 120 que ya he disputado.
La semana de la carrera fuí al fisio de confianza el lunes, me aclaró que la molestia 'no era nada psicológica' que, efectivamente, había una parte contracturada que intentó liberar. Continué estirando, poniendo velas a los hados e intentando no pensar mucho en ello.
Aún así, producto de ello o no, desde el viernes la parte superior de mi espalda apareció totalmente bloqueada, de hecho, apenas podía mover cuello a derecha e izquierda.
¡Menuda forma de empezar un viaje de Maratón! Cuando llevas batallando casi 4 meses y las dificultades se acumulan en los últimos 15 días no queda otra que hacer de tripas corazón y confiar en ése maravilloso ingenio llamado cuerpo humano, así como en el magnífico rector que lo gobierna: nuestro coco.
A pesar de todo ello, tenía ganas de luchar, de correr, de presentar batalla. En definitiva, de vivir otra experiencia maratoniana.
Mañana, no sé donde estaré ni si podré. Hoy, sé lo que hago y el tiempo del que dispongo, y mi ilusión es invertirlo, entre otras muchos apartados y pasiones de los que afortunadamente dispongo, en retarme y vivirlo como un niño, como la primera vez.
Llegamos al hotel de Frankfurt vía Terminal 2 (gracias Iberia Expréss...) el viernes a las 11 y pico de la noche. Check-in y cervcecita antes de dormir (dicen que las de los viernes, no cuentan para el Maratón ;)
Por suerte, en previsión de la hora tardía a la que llegaríamos llevábamos un par de bocadillos de jamón salado y queso. Había leído sobre la humedad de Frankfurt y su río, la previsión era húmeda con posible lluvia y quería incrementar la ingesta de sal desde el jueves hasta la carrera, en la medida de lo posible. Lo seguí a rajatabla, apenas ningún pretzel se me escapó el sábado ;) ¡Y mira que están salados!
Nuestro cuartel general estaba situado apenas a 5' caminando de la Estación Central, 10' del Festhalle/Messe Frankfurt (Salida y Feria del Corredor) y 25' de Römer (centro histórico)
Por eso, y por la comodidad, limpieza, desayuno, amabilidad y relación calidad-precio (130€ doble con desayuno, wifi gratuito, reservado eso si, en diciembre 2012) recomiendo el Hotel Topas.
En la Feria del Corredor recogiendo mi dorsal de la suerte.
El sábado, tiempo para conocer lo poco que tiene la ciudad: el reconstruido centro histórico (Römer), el paseo por el río divisando su espectacular Frankfurter Skyline (particularmente recomendable por la noche), sus puestecillos de pretzel y salchichas... y poco más.
Lamentablemente, como en otras tantas partes de Europa central, la II Guerra Mundial hizo estragos y el mayor centro histórico gótico del viejo continente quedó borrado del mapa por parte de los aliados.
Lo que parece 'histórico' es una copia ochentera.
Eso explica la fisonomía tan modernilla de Frankfurt, rascacielos difícilmente visibles en otras ciudades europeas. Recordemos su capitalidad financiera (Sede del BCE...) y su peso específico en Alemania y el continente.
A mediodía pasamos por la Feria del Corredor, grande, fantásticamente organizada, tras acreditarme, pasamos al Festhalle a la comida de la pasta (apenas un tupper incluido en la inscripción, una cerveza y un par de bebidas sin alcohol adicionales) para empezar a sentir el gusanillo de finalizar en un sitio tan diferente y especial a todos los que he visto y veré en mucho tiempo: en un pabellón cerrado, con música disco y animadores a ambos lados. No tiene precio... pero no adelantemos acontecimientos, eso tocará al final del relato.
Antes de irme, en la Feria del corredor me doy un masaje en la parte de la espalda contracturada de 10'. Me autoconvenzo que eso queda solucionado.
Para finalizar, descanso y siesta en el hotel (como los PROS ;) y paseo final en el río, como ya comentaba para terminar de hacer la carga de hidratos en el italiano Raffaello, también recomendable, aunque tardarán lo suyo en servirnos, tanto la pizza como la lasaña pedidas estaban de muerte.
El codillo y la cerveza buena... la reservábamos para después de la carrera :)
Paseo nocturno por el Meno.
Como en España, Alemania también atrasaba sus relojes una hora (de las 3AM a las 2AM), sumado a uqe la carrera empezaba a la inusual 10:30AM, el descanso nocturno estuvo asegurado. No creo que haya dormido tan bien ni con tanto tiempo, ni madrugón de por medio en ninguno de los cuatro maratones anteriores.
A las 7.15 me levanté, ¡ya no podía dormir más! y a eso de las 8 ya estaba desayunando acompañado de mi fiel escudera, además de rodeado de corredores alemanes, ingleses, japoneses o lituanos, ¡qué maravilla de maratones internacionales! En esos momentos, ya se corta la ilusión teñida de nerviosismo con un cuchillo.
El traje de matar preparado para Frankfurt: Joma Carrera y gorra calada para la ocasión.
Desayuno muy básico: café bien cargado, sólo, apenas un poquito de azúcar, dos panecillos sin pipas (¡mira que me gustan pero prefería desecharlos para evitar problemas de procesamiento!) y mermelada de fresa. Nada más, eso si, mucha agua, preveía que necesitaría estar hidratado para la lucha.
Toda la noche llovió como el demonio y aunque el amanecer fue apacible el día se fue convirtiendo en producto de una mente enajenada...
A las 9.15 abandono la habitación y marcho tranquilamente caminando hacia el Messe Frankfurt para dejar mis bártulos y comenzar con la fiesta :)
Sin dejar de beber hasta que dejé la mochila.
También ayudó que llegara, para variar..., con una hora de antelación para visualizar el escenario y evitar las temidas prisas por si hubiera que cambiar algo de última hora.
Rondábamos los 14º, nada de frío, el viento se empezaba a mover pero no había lluvia.
Decido salir con la ropa de maratoniano y la gorra por si llueve o sale el Sol como el día anterior, muy fuerte, no quiero que la cabeza se convierta en una fuente de expulsión de calor... y de posible deshidratación.
Caliento 10', algo de movilidad, técnica y progresivos durante 5' más, y al cajón a las 10.10.
Entro 20' antes, mucho tiempo puede parecer, porque hay ya bastante gente dentro y no quiero salir muy atrasado. A la postre creo que fue acertado, calenté bien, no hacía frío, estábamos 'bastante juntitos' y así, nuevamente, evitaba las prisas y nervios de, por ejemplo, Valencia, donde entré a última hora como elefante en una cacharrería.
Presentación de los atleta de élite y bummmm, ¡comenzamos!
Primeros compases, todavía agrupado. Viento sin lluvia.
¿Cómo afronto el Maratón? Con dos premisas:
- empezar el primer kilómetro cercano a 4'10'', sin prisa, para coger ritmo, pulsaciones, y calor en los músculos, para intentar regularizar cada uno de ellos, hasta que el cuerpo aguante, entre 4'00'' y 4'05''.
- sin obsesionarme con el músculo, sentir cada pisada y observar, modificando en caso oportuno cada aterrizaje de mi pie derecho (el que el isquio/adductor) coniverte en madera cuando se pone rebelde.
Esta estrategia me relaja y libera. Por un lado, mis entrenos estaban hechos para ritmos cercanos a 3'58''-55'' idealmente... por lo que ir 5''-7''-10'' por encima debería ser llevadero y razonable a largo plazo, pudiendo disfrutar de la carrera y yendo a más o menos en función del día y de mi estado.
Por otro lado, requiere un alto grado de concentración y auto-conocimiento. Correr durante 42K pensando en 'cómo apoya tu pie derecho' para que lo haga correctamente es, como decía por otro lado, el mayor ejercicio de focalización en una parte de mi cuerpo durante mayor tiempo que he hecho nunca.
El caso es que la cosa parece que funciona. Los primeros 13,5K son por centro, con algunos giros ininteligibles, que además se repetirán al final. Por suerte, es un maratón de gran nivel y vas agrupado y con facilidad para buscar o ser encontrado. Si llegas como un tiro y el día es bueno, esto debe ser maravilloso.
No fue mi caso, ni en lo uno, ni en lo otro, por eso debía jugar las cartas comentadas.
Comento ése 13,5K precisamente porque coincide con el momento de 10 días atrás en el que a ritmo similar el isquio/adductor se manifestó entrenando... y porque cruzas el Puente más fotografiado de Frankfurt (desde donde se ven los rascacielos) y que te conduce paralelo al río hacia las fueras hasta el K28.
Pasando por la Ópera de Frankfurt.
El caso es que encuentro en ése momento mi primer punto de apoyo motivacional, ¡no peto al pasar por ése punto! y he pasado los primeros 10K a unos razonables 40'16'' y apenas 164 pulsaciones (mi RM está en 166-68 apróximadamente) por lo que me encuentro bien, aunque claro ¡quedan 32 kilómetros!
Tras la pequeña subida del Puente hay una bajada en la que se animan un poco las piernas y yo paro el carro consciente de mi especial situación y de lo que queda por delante. Pasamos el K15 (1:00:16) y empieza a llover, tímidamente, y en crescendo hasta llegar a ser torrencial del 20 al 28 apróximadamente.
El líquido elemento nos acompañará durante una hora y algo haciendo aún más difícil el reto que cada uno busca en su propio Maratón.
Junto a esto, tenemos viento en contra, hay espacios abiertos, carreteras, el borde de un bosque en el que es fácil ser golpeado por Eolo, y aquí, ya los grupos son unidades, y suelen marchar en fila de a uno. Los maratonianos saben de qué va la vaina y apenas nadie es el guapo que da la cara por el resto. El que quiera algo, que se moje, nunca mejor dicho, y tire, o busque un grupo delantero.
Es mi caso, de hecho, consigo ir a 4'02'' del K15 al K25 en un momento de la carrera solitario, lluvioso y ventoso al mismo tiempo. Lo hago porque me encuentro bien, también el pulso sigue por debajo de lo que puedo rendir en un Maratón.
También bebo, siempre agua cada 5K, imposible saber cuál era el Aquarius o similar (¡todo en alemán!) una de las cosas que menos me gustó de la carrera para ser un maratón internacional, apenas nada en inglés en Feria o carrera.
Llevo en la cabeza a mucha gente que 'me anima mientras corro', otros corredores de Twitter, del foro, del parque o mi club. Aunque no lo crean, todos suman y aparecen en imágenes con palabras, recomendaciones o inspiraciones. Me acuerdo mucho de Mario del GGM que me imploraba a olvidarme de dolores, centrarme en la carrera y disfrutar. Trato de hacerlo y creo que lo consigo durante el 100% de la prueba.
He pasado la Media en 1.24.46 y aunque sé que doblar es quimérico, me anima saber que puedo estar sobre 2.50, ni tan lejos de mi MMP en un día y en unas condiciones complicadas, y por debajo de Rotterdam.
No puede faltar alguna 'carita' de sufrimiento.
Del K25 al K30 sufro un pequeño bajón (parcial de 5.000 en 4'05''), ya se hace duro, y todo afecta. También he consumido en ése rato dos geles, no sé cuanto durará la gasolina, me queda uno de cafeína para el K35. Me cacheteo cuádriceps cada dos por tres, estiro brazo cuando puedo, no quiero quedarme agarrotado con el frío y el agua.
Empieza a hacer cábalas. Mi mujer está en el K36, apenas me quedan 24' para verla, busco la motivación en cualquier parte, sé, además, que ya voy remando hacia la ciudad, ya no habrá más afueras.
El ambiente va creciendo, aunque lo ha deslucido claramente el día, hace unos kilómetros había puestos de salchichas y alemanes con cervezas y con sus mesas y sillas de campo. Ya lo vi en Rotterdam y no deja de llamarle la atención y ganarme a nivel vistosidad.
También pienso que apenas quedan 48' para finalizar, ¡un rodaje ridículo en cualquier tirada del Parque! Hace tiempo que pienso en lo que queda, y no en lo que 'llevo', creo que es más fácil de digerir.
Un poco por todo, y ante el fin de la lluvia, doblego ése momento y me dirijo hacia ése K35 en el que ya debería estar muerto (o eso esperaba yo el día de antes, incluso retirado), sin embargo, lo completo en 20'16'' (cincomil del 30-35), -5'' por debajo del momento anterior de bloqueo.
No lo puedo creer y, además, ¡ya está aquí mi motivación! Paso por el K36, junto a nuestro hotel, veo a Pili y le grito: "¡Estoy corriendo bien!" tirándole la gorra que ya me sobraba y pesaba un quintal al mismo tiempo.
Nuevo paso por la Ópera, ¡mirando a la cámara!
Creo que Rocky gritó menos a Adrián en su primera peli. La energía del momento y de verme terminar un maratón que se alumbraba con tantas dudas de forma positiva me tira hasta el K38... momento en el que sí se acaba la gasolina, pero no, como otras veces. Lo cierto es que aguanto hasta el K40 a 4'12''.
Incluso en Valencia, terminando en 2.47.28, la pérdida fue mayor.
Fue de ritmo pero también de locura en cuanto a giros, adoquin y vueltas por el centro en los últimos 4 kilómetros hasta el K40... y porque el viento ya era huracanado.
Para muestra un botón: http://instagram.com/p/f_Lm4uOTPK/ (6'' de vídeo al terminar)
Del K40 a meta tiro con lo que puedo, me sorprende que no se me monta ningún músculo, ni se me subo un gemelo o tenga un tirón por parte alguna... ya sabes, al final, como maratoniano, esperas este tipo de dolores y achaques al final de la prueba pero no aparecen.... lo que si aparece es la imposibilidad de ir más rápido: 4'25'' dos últimos kilómetros y....
Últimos metros antes de entrar en el Festhalle, sonrisilla de finisher.
La entrada al Festhalle soñada. Ante las dificultades previas, frente a un día duro de viento y lluvia, jugué mis cartas ante el Señor Maratón y le planteé una partida seria, dura a su vez, de las que te sientes orgulloso por siempre. Siempre, siempre, lo recordaré.
No es mi mejor marca, de hecho, bajo por los pelos (por marcados, no en la realidad) de 2.52... pero para mí, es como si lo fuera.
¡It's all correct!
Recuperando la sonrisa en la llegada, ¡contento! ¡orgulloso de la carrera realizada!
Levanto los brazos, disfruto de la entrada, ¡cada vez lo hago más! Me acuerdo de las palabras de Quique diciéndome que lo hicera, de las de Jaime... de cuando en Valencia entré en 2.47.28 y no disfruté la llegada porque 'perdí' 2 minutos al final. Y me dije que nunca lo volvería hacer.
Todo Maratón es celebrable, porque es una partida a cara de perro contra un reto, contra él y contra tí. Contra lo que se supone que puedes y frente a lo que finalmente consigues... si te lo propones.
Porque siempre puedes y siempre puedes más.
377º clasificado de 14.379 llegados. En el 2,6%.
Clasificaciones del Maratón de Frankfurt 2013
Fotos del Maratón de Frankfurt 2013
Vídeos del Maratón de Frankfurt 2013 (personalizados y sensacionales, en puntos kilométricos 30, 35, 40 y meta)
Mis parciales:
Con la medalla, ¡la quinta del casillero!
Mi QUINTO maratón, quizás del que más orgullo siento. Porque esta dura especialidad, enseñanza constante para tu vida cotidiana personal y profesional, es así.
Puede que hayas completado una buena preparación (no la quiero tachar de excelente) pero que al finalizar la misma tengas problemas y debas luchar con lo que tienes, justo con eso, valorando y potenciando lo que ya trabajaste, siendo realista de tus posibilidades en ése momento y sin tirar por la borda el trabajo acumulado.
Ya habrá más oportunidades de mejores marcas... cuando el físico acompañe o no... pero eso nunca lo vas a poder elegir. Si podrás elegir cómo afrontas la prueba y qué jugo le sacas.
Cuento mis apariciones en Europa por 2.51 (x2) y 2.55, frente a los 2.47 de suelo patrio. Espero que Sevilla empate la balanza respecto a mi mejor prestación dentro de nuestras fronteras ;)
Próximamente el análisis más detallado.
Próxima parada: ¡SEVILLA 2014!
PD1: Para ampliar un poco más de información sobre lo que aconteció tanto en los kilómetros finales como durante el recorrido:
Los tiempos del ganador de la prueba: KIPRUTO http://live.bmw-frankfurt-marathon.c...ang=EN&event=L
2.06.15 media de 3.00
Del 35-40 a 3’04’’ y del 40 a meta a 3’09’’.
Normalmente el ‘pájaro’ hubiera estado en 2’57’’-58’’ de media en un día bueno.
Más palabras de la organización:
“Vincent Kipruto and Caroline Kilel make it a Kenyan day in Frankfurt’s stormy weather”
“The elite fields going into the race revealed unprecedented strength in depth for a marathon in Germany with five runners with personal bests of 2:05:30 and three women who had run sub 2:22 awaiting the starting gun. But with wind speeds of up to 50 kilometres per hour, corresponding to 6 to 7 on the Beaufort scale, any prospect of achieving fast times soon disappeared.”
“I have spoken to a number of athletes and coaches. And we think that the wind probably cost us around one and a half minutes. Additionally the pacemaking in the men’s race was terrible today,” said Christoph Kopp.
La organización reconoce el mal día y estima una pérdida de 1’-1’30’’ en la élite. Imagino que para el resto de mortales… la pérdida sería mayor.
PD2: muchísimas gracias a toda la gente y a todo el apoyo recibido vía Twitter, Facebook, Blog y Foro de elatleta.com.
Como ya dije por ahí, ilusiona, motiva y hace más llevadera ' la pesada carga maratoniana'.
¡Gracias, gracias a todos!
PD3: ¡el codillo en Steinernes!