martes, 27 de octubre de 2015

Maratón de Múnich y Cumpleaños

En recientes fechas (día del Pilar y 18 de octubre) asistí a dos momentos que, normalmente, me aportan una gran fuente de energía en términos de correr.

Por un lado, la cita de un Maratón en una ciudad extranjera, por otro, cumplir años mirando atrás con todo lo recorrido pero sobre todo al presente y al futuro con todo lo que me queda por hacer en lo relativo a correr.

Este año ha sido diferente, muy diferente. Y no peor.
Algunas veces necesitas caerte, nunca mejor dicho, para apreciar todo lo que de verdad importa y continúas teniendo, más allá de pasiones, la vida sigue.

A diferencia de Ginebra, decidí que SÍ me apetecía viajar a Múnich a disfrutarlo con la familia (primer viaje del peque de 15 meses a tierras foráneas, todo un reto ;) y la verdad es que lo viví apasionadamente. Un viaje sin apreturas ni estreses relativos a lo que comporta un Maratón.
Topé con la prueba en un par de ocasiones y la miré, como el que mira a eso que quiso, perdió y ya, en la distancia (casi un año, no olvidemos), no le angustia apenas nada.


No me preocupa que no me duela anímicamente, casi que me alegro. Puedo hacer deporte, principalmente con mi peque, con el que no dejo de ir a nadar, montar en bici o incluso correr (ya pondré por aquí foto y artículo de nuestro carrito de marras ;) y solo espero que en algún momento la rodilla se estabilice lo suficiente para, si bien sé que será casi imposible volver a correr un Maratón, al menos poder hacer kilómetros con autonomía y sin molestias.
Ni más, ni menos.
Aún así, por suerte, el cuerpo y la cabeza tiene mecanismos de defensa sin los cuáles determinados eventos serían ciertamente difíciles de digerir. Un brindis por ellos :)


Puede que un día divise ése mítico OlympiaStadiom a lo lejos apenas a unos kilómetros de finalizar un enésimo Maratón o puede que, simplemente, regrese a Múnich (ciudad que me encantó) para disfrutar de unas vacaciones u otro gran fin de semana con el objetivo de disfrutar y vivir.

Disfrutar y vivir, no hay más.


Disfruten sus paseos, kilometradas, retos y Maratones.

PD: a mis 34 años les pedí muchas cosas, veremos si me concede poder correr como ya he descrito. Un año para comprobarlo :)