jueves, 16 de mayo de 2019

Crónica del Maratón de Ginebra 2019 #genevemarathon

[Este post viene de Preparación del Maratón de Ginebra 2019]

Viernes y sábado en Ginebra
Llegamos a Ginebra el viernes por la mañana, alojados en el Hotel de Genéve (254€/dos noches con desayuno justo pero más que suficiente. Hotel recomendable por ubicación, trato, tamaño de la habitación y detalles como dejarte duchar después de la carrera) de la Plaza de Mercier, apenas a 5' caminando de la estación de tren de Cornavin. Con todo a mano. Una de las grandes ventajas de esta ciudad, por un lado, puedes ir a casi cualquier sitio caminando, por otro, el transporte es gratuito y puedes coger todos los buses, tranvías o barcos que necesites por lo que no moverse con esas condiciones es un pecado.

Mención aparte es comer, cenar, consumir cualquier cosa en la ciudad. En determinadas circunstancias entre una vez y media y dos veces lo que pagarías en Madrid. Cuestión que ya sabíamos y que seguramente quede amortiguada por su política de vuelos baratos y transporte gratis pero es cierto que cuando te toca acometer "la dolorosa" duele un poquito :)
Ejemplos (mayo 2019)
- Vapiano (tipo Vip's): dos pizzas grandes y cerveza más coca-cola 46€.
- Chez Ma Couisine Lissignol (típico especializados en pollo, ¡sí pollo a la brasa!): dos medios pollos con patatas y ensalada, cerveza y agua 38€.
- Mövenpick (otro tipo Vip's): una pizza, un panini, un perrito caliente, agua y coca cola 43€.
- McDonalds. Menú BigMac 12€.
- Subway. Menú 9€.

Vistas relajantes del Lago Lemán y el Jet d'Eau.

Aprovechamos el bueno tiempo para patear un poco de la ciudad divisando el Lago Lemán y el "Chorro de Agua" en la zona de Pàquis, cruzar hacia el Parc de la Grange con barquito, de vuelta hacia la zona de jardín botánico y Naciones Unidas. Siempre con la vista puesta en el precioso Jet d'Eau.
Empezó a llover y nos retiramos a descansar. Lo malo es que empezamos a ver a César más apagado, ya venía tocado, y estuvo malito todo el fin de semana, aún así, portándose como un auténtico campeón.

El día siguiente acudimos a la Feria del Corredor situada en el Jardin Anglais para retirar el dorsal (en la bolsa solo te dan esto, una camiseta de calidad cuestionable y ya). Amaneció lloviendo y el paseo fue pasado por agua. Es una feria pequeña pero suficiente para hacer lo previsto, pasar por algún stand de maratones franceses o suizos, material y poco más. Para un "no gran Fan de Ferias de Corredor" como yo, me pareció estupenda ;)
Nos prometimos los mejores deseos para el día siguiente y a otra cosa.


Desafiando la gravedad en Marathon Village.

Nos movimos por el centro histórico hasta la hora de comer: Plaza de Bourg de Four, Catedral, Maison Tavel, Arsenal... un poco de callejeo, también aprovechando que el día se había despejado. Aunque llovería por la tarde, se quedaría perfecto para el día siguiente. Nos quedamos con ganas de ver muchas más cosas, tipo Museos y demás pero no hubo tiempo ni ganas con César malito. Descansamos con el peque y a velas armas para "el día D".

Primera vez con "la verde" de los DrinkingRunners. También primera vez con manga corta y malla corta en un maratón, "a lo Kipchoge" ;)

Previo
Despertador fijado a las 7.00AM para desayunar rápido (mandarina, zumo, café y dos tostadas con mermelada) y disponerme a marcharme a la salida. Coincido con un japonés, el resto negocios y turistas. Bebo mucha agua. Se antoja día caluroso en tramos, con viento y humedad de las lluvias de los otros días.
A las 8.00AM bajo caminando hacia el puente que cruza hacia Bel-Air y allí ya esperan un montón de corredores al tranvía hacia la salida fijada en Chêne Bourg, Plaza Favre. A las 8.25AM estoy ya en la salida. Ha debido ser de los maratones que con más antelación he estado ya en en lugar de los hechos.
Aprovecho para ver la salida de la Media Maratón (8.45AM), una vez empieza, el ambiente se queda muy tranquilo. En la Media meten 5.000 corredores pero en el Maratón "solo" 1.900 (similar al Castellón que corrí en 2014). Al principio me decía "queda una hora, he visto más ambiente en el Cross de Barajas que aquí, no veo a nadie". La cuestión es que mucha gente estaba esperando en los vestuarios para trascurrir el tiempo calentitos.

A las 9.15AM dejo la mochila en el camión y me quedo vestido ya "de corto" para hacer el calentamiento y estar dispuesto para empezar la faena. La temperatura es perfecta. En torno a 12º que subirán a unos 15º. Cuando empieza la carrera sale el Sol. Solo me preocupa el viento, del resto ya me encargo yo.

Preparado para la acción :)

Aunque tengo dorsal de 3h15' (ufano de mi cuando me apunté en octubre...) me meto en el cajón de 3h30' para ser más realista con mi situación actual. Me encuentro con dos españoles con los que luego compartiré tramos durante la carrera. Nos deseamos suerte y empezamos.

El Maratón
Aunque la calzada es estrechita, este no es un Maratón "grande" de Europa. Se corre bien y apenas recorridos unos metros ya es cuestión de ir encontrando el ritmo de cada cuál. Mi consigna era estar "entre 5 y 5.10, no menos" según palabras de Luis del Águila. Se trataba de clavar ritmos de entrenos. ¿Es posible eso en un Maratón? Veremos...

El Circuito de marras.

Confieso que no miré mucho el recorrido. Sé que es "campo" hasta el K34 apróximadamente y ahí conectas con la ciudad de Ginebra en el Lago Lemán donde ya circulas por el Lago y callejeas un poco hasta el final para llegar al Pont du Mont-Blanc, el de las banderitas del Cantón de Ginebra y Suiza.
En otras ocasiones conocería el mapa de memoria. Aquí no. Mis "preocupaciones" son otras. Cómo responda el soleo, el pie y la musculatura en general. Si mi cuerpo será capaz de hacer 42K cuando su tirada más larga solo ha sido de 22K y es evidente que me faltan kilómetros.
Si sé que es un circuito muy llano y, gracias al español que conozco en la salida, que hay un tramo que se repite después del "ventialgo" y que en la conexión con la ciudad de Ginebra hay una bajada importante. Hay un desnivel negativo de 50 metros en total. Yo les digo que el viento siendo campo abierto se va a notar. Y así es.

Perfil, con el "escalón" del K34.

Salgo a un ritmo cercano a 5.05, el paisaje habitual es un camino asfaltado estrecho (pueden ir unos 4-5 corredores en paralelo) razonablemente llano y con buen firme. A un lado encontrabas campos de flores altas, viñedos, algunas veces vacas o riachuelos. En otros momentos, al tratarse de campo abierto el viento se nota bastante y yo me intento refugiar en corredores para no castigarme en todo el extenso tramo que vamos a afrontar en la parte más bucólica del circuito.

Esto hace que salte de un grupo a otro buscando refugio y los siguientes kilómetros estén cercanos a 5.00. Paso el K10 en 44.52 (ritmo de 4.59) lo que me deja plenamente satisfecho. Voy bien, bastante acompañado y aunque hay veces que tenemos colinas pequeñas que subir, también se bajan y compensan el recorrido. Estamos en una zona denominada Choulex.


Primeros kilómetros concentrado y agrupado.

Tras esta parte, comenzamos una vuelta de casi 20K (que repetirá recorrido en los 5 finales pero que nos llevará casi hasta Ginebra) Es la parte más bonita del circuito. En función de la orientación del "caminito", ves montañas nevadas como el Jura o pasas por pueblecitos con casitas donde te suelen animar, de forma discreta pero animan. A excepción de algún cruce de caminos con más gente, público, lo que se dice público, poco había para que nos vamos a engañar pero somos maratonianos y podemos con eso y con más :)

El GPS hace de las suyas y es difícil saber realmente a qué ritmo vas hasta que "picas manualmente" el kilómetro que pasas. En muchas partes del circuito también se han volado los carteles del viento y los pico a los dos km. Mi sensación es que voy sobre 5.00-5.05, tampoco me preocupa mucho, quizás mis "avisos" son no bajar de 5 y no subir de 5.10. En el K20 paso en 50.19 (ritmo de 5.02) y aunque es peor que el anterior las sensaciones son buenas y me digo que me ha servido también para reservar un poco. Ritmo de media de 1.45.54 (proyección sobre 3.32 que en ese momento firmaba a ojos cerrados. En Roma pasé a 1.46.08.


Me propuse salir bien en todas las cámaras. ¡Qué coñe! Cuando vas así y te lo crees, ocurre :)

No hay grandes referencias en el circuito más que las que comento. Son las zonas de Jussy y Presinge. No estamos en un Maratón urbano. A esto he venido y me lo estoy pasando en grande. Es el primero que hago de este tipo y también fue uno de los motivos para elegirlo, su diferencia a los que había corrido y a los habituales comerciales. También que me quedara sin correrlo hace 4 años tras la caída de moto y rotura de menisco. Hay momentos de "flow" en los que te quedas mirando una montaña o un campo. O a un corredor. O simplemente "a tus pensamientos". Un Maratón da para muchas vueltas al coco. Mis "corredores habituales" son un español y su chica británica, los dos españoles que me encuentro de la salida, un portugués y otras féminas. Intercambiamos impresiones irregulares, otras simplemente miradas o gestos. Da igual, somo la cofradía del largo aliento. Mismo objetivo: llegar a Ginebra. Mi sensación fue de estar en un Maratón donde principalmente había suizos, obviamente, franceses y luego británicos, ¡muchísimos! En menor medida, belgas, holandeses, italianos, españoles y japoneses.

Los avituallamientos son muy cuantiosos en número, evidentemente las mesas no son tan largas como para un Maratón de +10.000 pero si estás avispado debes coger en uno si y otro también. Salvo en los dos primeros que cojo solo agua, en el resto tomo Enervit y agua. Nunca fruta ni geles. No he introducido esto en ninguna carrera salvo en la petada que tuve en Rotterdam hace mil años donde me "comía todo". Lo único que me sigue escamando de los avituallamientos es como la gente se cruza de lado a lado de la calle para coger un vaso de agua o se para en saco delante tuya. No están fijados en kilómetros exactos (tipo 10, 15, 20...) por lo que simplemente hay que tenerlo en cuenta y suelen estar avisados 200 metros antes.

La obsesión de medir el tiempo...

Me ahorro el rollo. La carrera se pone seria. Pasado el K20, me pasan los españoles y me dicen que vaya con ellos. Yo sigo mi carrera y estoy encantado de la que estoy haciendo. Así debe ser, no seguir a otros, como en la vida en general, seguir tu camino. Aquel que piensas que a tu ritmo te llevará a la meta. Unas veces solo, otras acompañado. Les dejo marchar, me giro la gorra (signo para los que me conocen de que "empieza la fiesta y hay que ponerse el mono") e ingiero el primer gel en K23. Nunca lo tomo tan pronto. Suelo esperar al K30 pero creo que esta vez necesito darle una pequeña recompensa a cuerpo y mente. El viento está pegando bien y de vez en cuando noto que el pie derecho aquel que me preocupaba no aterriza como me gustaría. Intento no pensar en ello y me focalizo en el esfuerzo realizado para llegar aquí, en la gente que quiero y que me quiere (mis soles que esperan en meta, uno de ellos malito haciendo de tripas corazón), también en los que no pueden correr ahora como les gustaría como Pablo o Bernal. También en que lo que se me suelo atragantar psicológicamente es la "travesía del desierto" desde la Media Maratón hasta el K30-32... pienso en varios cosas: tomaré un gel cada 6K (quedarán en el 29 y el 35) y entraré en la ciudad en el 34 y veré a los míos en el 39 y 42. "Lo que tardas en hacer una vuelta al Retiro...". Trampas al solitario...

Parece que iba sobrado...

El tramo del K25 al 30 apróx. es precisamente aquel que decían se repetía. Se hace un poco monótono, necesito salir ya del campo. Paso el K30 en 49.51 (ritmo de 4.59), lo veo ahora, no calculo cada 10 kilómetros. Me fijo más en que los 30 suman 2 horas 30 minutos 13 segundos. Ahí si que soy capaz de calcular que voy a 5.00. Buenas noticias. Lo positivo de correr a 5 es que es fácil calcular sin mucho esfuerzo mental si vas en horquilla o no.

Parece que el aterrizaje del pie "de aquella manera" aparece y desaparece. Solo deseo q no haga sobrecargarse el soleo. Lo bueno es que no noto cuádriceps o gemelos especialmente cargados como si lo noté en Roma desde apenas el K15.
Se pone a llover, no nos falta de nada. Espero que sea una nube. Duro un poco (10') y se va. Estamos cerca del tramo que conecta con la ciudad. Ya llevo dos geles. El ritmo no desfallece. Ya no corro tan grácil pero creo que me he plantado "con opciones" al baile final de los últimos 12K con Filípides, los de la verdad.

Para mi sorpresa, empezamos una bajada tremenda. Es una noticia inmensa porque me motiva no tanto ya a ir más rápido sino a saber que podré mantener un buen rirmo unos kilómetros con menor coste energético. Habrá que tener ojo a los apoyos en bajada pero merece la pena creerse que es una gran "buena nueva". Mantengo en torno a 5.00 hasta el K34. Pasamos por debajo de un tunel con un DJ. Me vengo arriba :)

El día se ha abierto completamente, la carretera, ya más ancha, nos lleva inexeroblemente al Lago Lemán.

Tengo mi fotaca con buena cara, Lago y barquitos, ¡yuhuuuu!

Me digo que todo puede ocurrir en un Maratón pero que me quedan ya apenas 40' de carrera. ¡Vamos! La vista a derechas del Lemán es impresionante. De quitar el hipo. Barquitos. Tranquilidad de las aguas. Montañas al fondo de nuevo, otras. Yo sigo a piñón y ya me creo que es mi mejor Maratón de los últimos años. También en Roma le pegué los últimos kilómetros hasta el K40, imagino que hoy será igual. Así que le doy.
Antes de callejear un poco Ginebra, encuentro a mis españoles. Han pinchado un poco pero su sangría no llegará la río. Les paso fuerte y me ven animar al público. Voy desatado. Es un público curioso: te miran expectante, incluso cuando ven que eres español te sueltan un "viva España", "vamos" o lo que sea pero si no les dices nada, no dicen nada. Así que cada vez que me topo con un grupo les suelto un "Allez!!!"


Iba como un tiro en la ciudad, no se me quitaba la sonrisa en la boca de disfrutar tanto corriendo.

Últimos kilómetros 4.41 (K39) / 4.37 (K40) / 4.43 (K41) y y 5.53 de los 1.195 metros finales. Nunca he terminado tan fuerte (¡qué importante la fuerza!) en un Maratón desde mi debut en Donosti 2011. ¡Qué diablos! Es posible que nunca haya terminado así un Maratón. Ahora los ritmos son otros peeeero terminar -20'' por kilómetro por debajo de ritmo crucero sin bajón es inaudito tanto cuando iba a 4' como ahora a 5'/K.

Pero antes, el momentazo del Maratón: un poco antes del K39 está mi "Comando Cencerro" (compramos un cencerro por Amazon para animar "a lo suizo") y le choco la mano a mi César guapetón y Pilo me suelta un "que se te escapa el globo de las 3.30..."
Ya solo sueño con la llegada tras hacer un bucle de apenas 2 kilómetros y pico (K40 en 49.25 ritmo de 4.56). Ya veo a mi chico en la esquinita. De lejos les miro y le pregunto a Pili si sale César conmigo a correr los últimos metros como habíamos comentado si se encontraba bien y le apetecía y... dice que si y le recojo en la valla.

Esta es la cara que pones cuando corres más fuerte que nunca y te encuentras con tu familia tras más de 3 horas corriendo...

Son apenas 100 metros de gloria. Soñados. Hace 4 años no pude correr aquí por un accidente de moto que cambió para siempre mi mundo de correr. No me di por vencido. Hace unos meses no pude correr Valencia por otra dichosa lesión... pero aquí estamos mi chico y yo para disfrutar del último tramo juntos, con un recuerdo para siempre. Le llevo en brazos porque está malito y justito de fuerzas. Gritando los dos "Allez!" desaforados. Costando portarle lo que los últimos 42K corriendo. Y a falta de unos metros, le suelto al suelo y corre conmigo.

Llevando en brazos a mi chico.

Entrando con él corriendo, bendito Maratón "family friendly" (Esto es difícil de hacer en uno grande)

Completamos juntos el décimo Maratón de Papi, el primero suyo conmigo. Tercero presente tras Castellón, Roma y hoy Ginebra. ¡Qué grande es el correr! ¡Qué grande el Maratón!
Forma parte de una estirpe de bichos raros a los que le gusta el largo aliento pero bendita afición.

3h30'17'' (a 4.59/K) 398º clasificado de 1.880 llegados.
Mi Vídeo personalizado de la carrera.

La medalla de Finisher junto al futuro maratoniano.

Salió cara. Todo lo que podía salir bien, así salió. Y lo contrario, no apareció.

Qué importante es el coco, la perseveracia, constancia y la fe. Creer que se puede. Tenía muchas cosas en contra pero el pensamiento positivo arrolló a todo lo demás. Y la fuerza que trabajé con Luis y que espero que me ayude a seguir mejorando.

Recomiendo el Maratón de Ginebra para un/a maratoniano/a que ya lleve unos cuantos dado que es muy buen recorrido, rápido y llano, bonito con el contraste campo-lago-ciudad, bien organizado (Es un Bronze Label de la IAAF como Barcelona, por ejemplo) pero también chiquitito y de tener coco en los momentos de menos gente, que también los hay. Tanto de animación como de corredores.

Décimo Maratón que me deja absolutamente feliz por haber podido completar esta mágica cifra 8 años después de empezar en esto. Primero pensé que sería muy fácil alcanzarlo, después imposible. Tiempo después, ocurrió. Y ahora solo pienso en aquel post que escribí un día que decía que quería correr ¡50 maratones! Ya sé que no llegaré, ya no importa peeeero mantengo el espíritu, las ganas y la ilusión de seguir haciendo esta bendita locura, acompañado de los míos en un territorio desconocido. Sean 20, 25, 30 o ya me quede en 10. Como ya corro el que disputo como si fuera el último, creo que me lo paso aún mejor. Ha sido una delicia completar este último.

¡10 veces maratoniano!

¡Seguimos!

miércoles, 15 de mayo de 2019

Preparación para el Maratón de Ginebra 2019 #genevemarathon

Mucho tiempo sin pasar por aquí, desde que contaba que no podría correr Valencia en diciembre del año pasado como me hubiera gustado.
Que mejor manera de retomar el Blog que contar que corrí el domingo Ginebra "sano y salvo" y completé la efeméride de mi ¡décimo maratón!

Antes de esto, vayamos por partes hablando de la preparación (en este post) y luego hablaremos del Maratón (en otro)

La preparación
Como comentaba más arriba, en diciembre terminé de recuperar el soleo y a finales del mismo mes tomé dos decisiones clave:
1.Empezar dieta IG (aquella que inicié hace muchos años y me hice perder mucho peso siendo capaz de estabilizarlo) y
2.Volver a contar con Luis del Águila para planificación del Maratón, como en Roma, la fuerza en casa y las sesiones durante 2019.

El 26 de diciembre de 2018 pesaba 79,5kg, después de verano se agarraron unos kilos que por más que corría no se iban, tenía que modificar pautas de alimentación y es lo que hice. De forma metódica, constante y de poco a poco. Hubo momentos en la preparación en los que rondé 70,5-71, ¡como en los viejos tiempos! Debía estar en la línea de salida de Ginebra con unos 72. Huelga decir que los -7/8kgs se notaron tanto durante la preparación como durante la carrera, favoreciendo correr más ligero sin lesión. ¿El cómo? Comiendo sano con sentido común, poco más. Hace mucho tiempo (2009) hablé por aquí del método que seguí.

Enero fue el mes de base con Luis, metíamos 4 días a la semana "con algo de calidad" los domingos, algún ritmo controlado. Parecía que las cosas iban bien, íbamos subiendo kilometraje y ya me acercaba a los 50K semanales con buenas sensaciones y pérdida de peso. Con 65K a la semana y 5 días he sido capaz de meter maratones en 2.53-55... empezaba a tener sensaciones, no tanto de ritmo pero si de regularidad y asimilación de entrenos que psicológicamente me llevaban lejos y de forma optimista a poder seguir avanzando en esto del correr maratón de forma firme y segura. Así trascurrió febrero e incluso parte del mes de marzo, compartiendo muchos "earlies" (martes a las 6 de la mañana), sábados y domingos con los "DrinkingRunners".

Preparación de un Maratón con mil contrastes: invierno, calor, Madrid, Bucarest (26/02) incluso en un rodaje ;)

Ya identificaba que cuando tenía controlados "más exigentes" el pie derecho no aterrizaba bien pero nada hacía indicar que algo se torciera. Mi rimo semanal eran rodajes a 5.10 primero luego a 5, y tenía la sensación de ir parado. Iba sobrado. En alguna sesión de fuerza, Luis me decía algo así como "me da igual lo que me envíes, lo que me importa y así sé si rendirás o no, es la fuerza que hagas aquí y si eres capaz de hacer lo que planteamos". Y había veces que no tenía fuerza en ciertas zonas por más que fuera por debajo de 5' silbando en el parque... No se equivocó.

Grandes ratos, gran compañía: martes, sábados o domingos (Gracias Iñigo por esos controlados). Geniales DrinkingRunners. Aquí de excursión al Docamar donde me llevé "de recuerdo" chocarme con una valla de la calle Alcalá en una costilla. ¡El pupas!

Sin embargo, el 17 de marzo tras volver de un fin de semana en Ávila (donde ya notaba malas sensaciones simplemente caminando) no soy capaz de completar más de 20' trotando, vuelvo a casa con las orejas gachas para optar por una retirada a tiempo conservadora y ponerme en manos inmediatamente de mi osteópata Ismael el día siguiente. No quería repetir la "mala fortuna" de Valencia, donde no le di importancia. Notaba el pie derecho cargadísimo.
Llevaba 11 semanas de entrenamientos continuados a buen ritmo y 4 días por semana, y la zona dijo "pausa". Mi osteópata me comentó que parar así, fue la clave, recuperamos, tenía otra vez bastante rígida y cargada toda la cadena de pierna derecha desde arriba hasta el pie, contando soleo otra vez por supuesto. Pero no estaba "tan trillado" como en octubre cuando tuve que parar del todo y no dio tiempo a recuperarlo.
Fue duro porque otra vez me veía "a escasas semanas para un Maratón" con bastante trabajo hecho, con el tiempo justo, el cuerpo otra vez débil y donde debería contar con todo de cara para llegar bien, sin lesión, por los pelos. Dos lesiones en dos maratones seguidos sería demasiado. Había que apelar a la resiliencia, fe inquebrantable del maratoniano, al trabajo de lo que está en tu mano y a la suerte. Pasarme un poco más de rosca, me lesionaría pero no entrenar hasta "lo mínimo razonable" para una carrera de más de 3 horas, me haría llegar sin garantías. ¡Menudo papelón!

5 kilómetros tras 6 días parado el 23 de marzo... Otra vez "desde cero". Rictus de "tengo que creerme que llego a Ginebra"...

Tras dos semanas casi parado de correr, retomamos el plan el 1 de abril, con apenas 5 semanas para entrenar hasta la que se celebra el propio Maratón. De común acuerdo, acordamos bajar de 4 a 3 días para correr más descansado y asimilar, aumentar ritmo de 5.00 a 5.10 entre semana, sin controlado el domingo, solo acumular. Cruzando todos los dedos para llegar. Meto como unas 3 sesiones de fuerza en ese mes y medio, más el trabajo de siempre en casa... ¡y funciona!


Primer early tras volver a retomar plan. El 2 de abril, ya "hacía menos frío" ;)
Gracias eternas, grupo de locos :)

En las sesiones me veo con la fuerza que otras veces no, y en esas 5 semanas corro sin dolores importantes, aunque de vez en cuando note la cintilla iliotibial izquierda o más rígido pie y durete soleo derecho como ya sabemos... pero parece que aguantan.
Luis es claro en las sesiones que tenemos´, otra vez con algo así como: "si no mejoras la fuerza, estás condenado a lesionarte eternamente, y no aguantarás mucho corriendo este tipo de carreras". Me preocupo por sus palabras, pero también me ocupo, tanto poniéndome en sus manos como haciendo mi parte en casa y entendiendo, ¡otra vez más", que no hay más ciego que el que no quiere ver y la importancia supina de la fuerza. Correr, está sobrevalorado...

Las tiradas más largas son de 20 y 22 kilómetros respectivamente a falta de 2 y 1 semanas para "el día D". Muy bien por un lado en cuanto a confianza pero absolutamente justo de tiempo y kilómetros (tendría que completar el doble), ¿o no? El cuerpo es un misterio...

Hace semana y media, la última tirada (20K a 5.00) para Ginebra. ¿Presagio del desenlace?

Entrenos
Enero: 165K
Febrero: 180K
Marzo: 145K
Abril: 146K
Mayo: 60K (sin contar los 42K del domingo)
Total: 696 kilómetros en 19 semanas (Media de 37K/semana)

Seguir leyendo la Crónica del Maratón de Ginebra 2019.