viernes, 22 de febrero de 2013

Cardiomegalia: cuando el corazón no te cabe en el pecho

O casi.

Finalmente, tengo mi certificado médico para correr en Milán. El peaje ha sido pasar por una prueba de esfuerzo que derivó en bradicardia severa (33 pulsaciones en reposo) y la recomendación de pasar por el cardiólogo para que procediera a descartar problemas a través de Ecocardiograma (como la prueba de las embarazadas pero en el corazón)

El Doctor Casín (del IMD Cagigal) me recomendó visitar a la Doctora Araceli Boraita (una eminencia en su campo, sólo hace falta teclear su nombre en google...) para tal menester.

El miércoles pasado me hizo una exploración a fondo, una hora de preguntas, respuestas y la prueba en sí.

El diagnóstico es claro: cardiomegalia global con hipertrofia ventricular izquierda fisiológica compatible con corazón de deportista.
En otras palabras, mi corazón es muy grande. Seguramente, a nivel genético ya portaba tal órgano pero tras 12 años de correr, la cosa ha ido a más. Es bueno, es positivo para hacer lo que estoy haciendo pero tendré que vigilarlo el resto de mis días porque, como uno se puede imaginar, la cosa no puede crecer hasta infinito. Cada uno tenemos una cavidad donde alojarlo y es limitada.

En cristiano, tengo una gran bomba en mi interior, eficiente y que bombea mucho con poco esfuerzo.

No esperaba recibir tal chorreo de información. Datos, que aclaraban porque he estado predispuesto genéticamente a tolerar bien determinados esfuerzos (distancias cortas, esfuerzos no tan relacionados con el fondo) y quizás peor, la transición a larga distancia. Al menos, hasta donde me gustaría.

O porque mi cuerpo se comporta de una determinada manera a primera hora del día, o a última.
Es curioso conocer, parte de lo que le envuelve a uno. Como encontrar las respuestas a cosas que siempre le han ocurrido, ha intuido, pero no sabía el motivo que las escondía. Como hallar la piedra rosetta propia.

Me recomendó seguir haciendo lo que estoy haciendo. De hecho, dentro de las alabanzas que le hizo a mi corazón (por sus dimensiones, índices y trabajo) me confesó tener 'la maldición del deportista'.
Tendré que hacer deporte el resto de mis días. Tendré que darle alegrías al músculo, porque está preparado para esto, no para estar parado.
Me llegó a decir que si parara de correr de golpe, en 3 meses tendría arritimias... sea el deporte que sea, estoy 'condenado' a hacerlo hasta el día del juicio final.

Fue una conversación larga donde dejó clara su opinión 'nada es gratis, ni en vosotros ni en los más profesionales' pero prefiero mil veces tu corazón al de una persona que no practique deporte, también me dijo y tranquilizó.
Ahora lamento no haberle preguntado aún más cosas pero seguro que tendré oportunidades en el futuro :)

Una semana después de aquello estoy más tranquilo. Dentro de un tiempo, puede que mi corazón no me permita hacer los esfuerzos que ahora comprometo pero hasta ése día, seguiré luchando por cumplir mis sueños y disfrutar con el deporte que tanto me apasiona.

9 comentarios:

[Miguel] dijo...

¡ay que agobio me ha entrado de repente con lo del juicio final...! sí, haremos como los ex-culturistas para que no les quede colgandero el pectoral después de dejarlo, es decir, no dejarlo del todo.

A mí me diagnosticaron lo mismo pero sin tanto lujo de detalle. Tema-corazón... yuyu. La verdad es que no me parece mal que pidan este tipo de certificados, que la gente está muy loca con eso de correr "las maratones esas".

Buen post!!

Anónimo dijo...

Osea, que como a mi... estamos condenados a hacer deporte...eso lo llevamos en el ADN...ni nos resultara dificil, un abrazo, Vicalvarock!

Juanqui dijo...

Bueno con lo que, dentro de un control exhaustivo, es una buena noticia. Tu corazón esta preparado y seguro, seguro que todo irá a mejor, se estabilizará.

Ya verás. Madre mía, he flipado con lo de 33 pulsaciones en reposo.

Un abrazazo man.

Castillo de la Zoreda dijo...

Excelente Post!!!
acercarse a las 30 pulsaciones en reposo es increible!

Un saludo desde wwww.buscadeporte.es y gracias por mantener vivo el blog

Darío Collado dijo...

Gracias a todos.

@Miguel
Ja, pero si lo piensas es así. Yo nunca podré dejarlo y por lo que intuyo en tí tampoco ;)
Da para otro post pero, muy a favor, más desde ahora, de certificados para correr... lo que sea.

@Vicalva
Así le tienes cogido el miedo a ponerte pulsómetro eres un toro bravío y de casta valiente ;)
Condenados a sufril :)

@Juanqui
Lo de las 33 es lo de menos, lo de más es el corazón que podría darme un plus en determinadas pruebas, aunque no creo que en Maratón, mi gozo en un pozo ;) jejejeje.
A seguir dándole!

@Raúl
Gracias pero lo de las pulsaciones, como decía, es lo de menos.
Aquí seguiremos, por mucho tiempo espero :)

NACHO dijo...

Aúpa Dario¡¡¡
Ya me contarás donde te hiciste la prueba de esfuerzo.
Yo debería de volver a repetirmela, mucho tiempo desde la primera¡¡¡
Yo también tuve que hacerme un ecocardiograma para descartar problemas y esa incertidumbre en esas semanas, ufffff.
Siempre piensas que te va apillar el típico médico que por cubrirse las espaldas, te va a decir chaval deja de correr.....

Darío Collado dijo...

Nacho, como cuento en el post me la hice en el Cagigal. Tengo pendiente subir otro sobre los resultados en si. Al ser un médico deportivo su lectura fue en esa línea, también la de la cardióloga, por lo que me dejó más tranquilo.

Anónimo dijo...

Vaya, yo tengo el mismo "problema" que tu. Pero yo como vivo en Holanda, aqui la sanidad es privada, se pagan mas de 100 euros al mes + franquicia de 350 euros. Fui a mi medico de cabecera para que me hiciera la revision anual del corazon (un electro vamos) y me dijo que no que era muy caro. Me sugirio que me fuera a mi pais a hacermela. Que suerte teneis los que vivis en España porque ahi existe sanidad, mala o buena, pero hay.

Darío Collado dijo...

Hola anónimo,

Encantado de saludarte. No sé dónde has leído que que me salió gratis pero te confirmo que me costó 200€.

De hecho, todas las pruebas que comento me hice son pagando.

Por la seguridad social puedes tener acceso a recursos pero mediante mucha justificación, tras mucho tiempo y con diagnóstico genérico, no deportivo.

Es decir, estamos igual.

Un saludo y suerte.