En estos casi 10 años de correr siempre he ido a por todas o a por nada.
Tirando del argot futbolero diría que no me gusta perder ni en los entrenamientos (pueden dar fe de ello los que hayan compartido piques en el parque o en la pista) y mucho menos salir a una carrera 'a rodar'. Si no se puede conseguir 'mejor marca' (llega un momento en que conseguir eso cada domingo es una quimera) por lo menos ir a por un resultado o puesto digno, en línea con lo que esperas.
Excepciones contadas durante todo este tiempo. Alguna carrera para acompañar a algún amigo o mi propio hermano (Media de Lisboa 2005) pero en su mayoría salir a muerte.
Da igual el estado de forma que me tocara vivir (hace un año y pico diezmiles en 38', este mismo año ya en 35') nunca he entendido ir a correr con dorsal en el pecho y chip en la zapatilla si no estaba 'a tope'.
Y, ¿Sabéis qué? Creo que durante todo este tiempo he estado equivocado.
La realidad es que no siempre puedes estar como te gustaría, ya no solo a nivel de marcas, sino a nivel de forma por molestias y lesiones varias que nos visitan habitualmente.
Si esperas al mejor momento, te pierdes el trayecto, el ambiente, los circuitos, el olor, y la gente.
Y puede que, además, ese 'mejor momento' nunca llegue, o tampoco te llene tanto de satisfacción como todo lo demás, como todo ese viaje del que no estás siendo partícipe.
Hace una semana participé en la Carrera Popular Distrito de Retiro 10K junto a mi hermano, para acompañarle a bajar de una hora, y después de pasar la línea de meta de la mano en 51'22'' tiempo oficial (50'30'' neto) me sentí más orgulloso, feliz y contento que en muchas de la otras carreras en las que salí a 'romper el asfalto'.
Creo que estoy empezando a disfrutar de esto, a entender en qué consiste. Puede que haya tardado 10 años pero hay algunos que no lo consiguen apreciar ni en toda una vida de correr.
Si de momento no puedo alcanzar los ritmos deseados en el parque ni las marcas soñadas en el asfalto no tengo que flagelarme en espera de que lleguen, sino entender que eso, también es correr.
4 comentarios:
Hola Dario
La verdad es que te das cuenta de lo que tienes cuando uno no esta lesionado que no se valora lo suficiente, sólo queremos mejorar y mejorar , tenemos que aprender a disfrutar sin tener que ir a machete siempre. (me incluyo)
Un abrazo y recuperate.
Pues eso ;)
Gracias por los ánimos amigo, y a tí, la mejor de las venturas en la aventura neoyorkina :)
Un abrazo!
Hola amigo,
pués tienes toda la razón, y es que somos algo brutos, anoche mismo tenía bastantes molestias en un tobillo, pués nada, me casqué las series que tocaban...después hielo, cremas varias y a esperar el milagro...que no duela más, si es así, cojonudo!! y me olvido hasta que te pega otro latigazo y X días parado.
Así que... a recuperarte sin prisas, aunque a veces tengamos que ir con la pata arrastrás para darnos cuenta que se puede disfrutar de otra forma.
Un abrazo, y ¿nos vemos en Canillejas?
Yo creo que todos en el fondo actuamos como describes Fran pero porque si cada vez que nos duele algo pararámos igual no corríamos ni 2 días al año, siempre vamos a tener dolores, molestias, achaques... pero de ahí a que intuyamos que eso puede degenerar en lesion va un trecho, TODOS tenemos que regular y ser consciente de lo que nos jugamos. Lesión mal curada, un par de meses (o más) parado.
Por supuesto, nos vemos en Canillejas! aunque yo os veré la matrícula nada más :)
Un saludo!
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