Es, posiblemente, la peor sensación que puede experimentar un runner.
Puedes estar un poco bajo de moral, con molestias, sobrexcitado o muy estresado... pero la sensación de no tener fuerzas, la imposibilidad de poder ir al ritmo previsto y propuesto, es demoledora.
Hoy me ha sucedido en el Retiro, a excasos 4 días de mi re-debut en 10K con el machadón en el horizonte de ponerme SUB 39', como quién no quiere la cosa, y con menos de 16 semanas de entreno entre pecho y espalda.
Quería hacer 10k de entreno y me he tenido que quedar en 6 y gracias. Me faltaba energía y sólo tenía ganas de pararme y dormitar.
Conociendo a mi cuerpo (después de muchas jornadas a solas como esta en la que hemos debatido del mar y de los peces) la hipótesis más factible es que está en pleno proceso de asimilación de entrenamiento, de los rápidos pasos acometidos:
1) vida sementaria,
2) corro un poco,
3) corro (casi) todos los días :(
Puede responder en forma de lesión o de ralentización. Afortunadamente, me señala el segundo camino, y yo le escucho. Muy importante, escucha a tu cuerpo, es sabio.
Voy a descansar hasta la carrera, con un rodajillo indeterminado el viernes o sábado, y ahora... me voy a dormir :)
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