Lo cierto es que dada la actual situación de "nueva gripe" en Méjico, la porcina, (aunque escueza a los cárnicos que se llame así) no se recomienda realizar actividades al aire libre en este país, lo que implica correr.
En el sitio de corredores de Méjico, runmx.com, el último post habla de las recomendaciones para no contraer la influenza, y el anterior sobre la suspensión de una carrera popular, por lo que podemos imaginar un país entero de runners paralizado por la psicosis colectiva que este tipo de situaciones provoca sumado a no poder realizar su actividad preferida sine die.
Cuando hablamos de muertes y una posible pandemia mundial, este tema podría padercer baladí pero no imagino residir en un sitio en el que mi salud esté comprometida por el mero hecho de trotar unos cuántos kilómetros en el parque... ¿o sí?
Hace algo más de un año no se recomendaba practicar deporte al aire libre a los madrileños, Ana Botella, Concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, dixit: "los altos niveles de polución se deben a la entrada de una masa de aire africano", afirmación de honda caladura científica casi a la altura de la emitida en 2004: “Las manzanas no son peras, y una manzana y una pera no son dos manzanas, son dos peras” acerca del matrimonio homesexual.
Puede que estemos asistiendo en directo al principio de una época en la que nos veremos condicionados, nuestras actividades personales y salud, por la polución extrema de las ciudades, la transmisión de virus, el calor extremo en verano y frío intenso en invierno o las restricciones de agua para consumo humano.
No quiero pecar de Nostradamus pero, ¿acaso nos hubiéramos planteado todas estas contingencias hace 101 años cuando Pietri se desmoronaba en el Maratón de los JJOO de Londres 1908?
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