El sábado caminaba por el centro y mis pasos se encaminaron sigilosamente hacia un gran almacén de pertenencia francesa dónde, entre otras cosas, venden libros.
Se me quedó enredado entre las zapatillas el siguiente libro:
Como proyecto de maratoniano ávido de líneas de gestas y de retos imposibles me hice con él.
Como era de prever, ya he dado buena cuenta del mismo.
El libro se divide en una primera parte biográfica y una segunda más centrada en consejos para runners y planes de entrenamiento.
No por menos interesante, sí por más repetida porque una vez leído 10 planes poco difieren unos de otros, lo mejor del libro es el primer bloque.
Nos dibujan, y retrotraen a la edad de oro del atletismo español. Donde un Antón con alma de millero es capaz de evolucionar hasta ser campeón del mundo de Maratón. Dejando a un lado el pique Fiz-Antón, para mí este salto al vacío ("o me va bien o me retiro del correr") y sus inicios (humildes donde los haya y entrenando sin medios, ni entrenador, alternando entrenos con el trabajo) es emocionante y empático para el lector.
Serán muchos los libros de caballerías (digo de Maratón ;) que este novato en la distancia filipídica tiene todavía que devorar pero ya, éste, se ha cobrado su deuda.
Muy fan de Antón :)
Se me quedó enredado entre las zapatillas el siguiente libro:
Como proyecto de maratoniano ávido de líneas de gestas y de retos imposibles me hice con él.
Como era de prever, ya he dado buena cuenta del mismo.
El libro se divide en una primera parte biográfica y una segunda más centrada en consejos para runners y planes de entrenamiento.
No por menos interesante, sí por más repetida porque una vez leído 10 planes poco difieren unos de otros, lo mejor del libro es el primer bloque.
Nos dibujan, y retrotraen a la edad de oro del atletismo español. Donde un Antón con alma de millero es capaz de evolucionar hasta ser campeón del mundo de Maratón. Dejando a un lado el pique Fiz-Antón, para mí este salto al vacío ("o me va bien o me retiro del correr") y sus inicios (humildes donde los haya y entrenando sin medios, ni entrenador, alternando entrenos con el trabajo) es emocionante y empático para el lector.
Serán muchos los libros de caballerías (digo de Maratón ;) que este novato en la distancia filipídica tiene todavía que devorar pero ya, éste, se ha cobrado su deuda.
Muy fan de Antón :)
2 comentarios:
Estoy de acuerdo, la mejor parte es la primera donde nos transporta a la edad de oro del atletismo, donde todo era ilusión y trabajo. Leí también el libro de Martín Fiz y me dió la impresión Abel Antón de ser un tipo más humilde, Martín tiene más mala leche.
Tengo pendiente leer el de Martín, también.
No me gusta posicionarme, cada somos de nuestro Padre y de nuestra Madre, tuve la suerte de conocer a Abel en una Feria del Maratón de Madrid y me pareció encantador. Con Martín, no tengo la suerte.
En cualquier caso ambos son unos monstruos del correr y lo que hicieron, desgracidamente a día de hoy, es irrepetible.
Un saludo!
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