El pasado domingo un español conseguía la primera medalla de oro masculina en el campo a través europeo ante Mo Farad y el mítico Lebid.
Lo que debería ser motivo de regocijo y reconocimiento de una gesta atlética ha quedado empañado por los comentarios que circulan en diversos foros y noticias relacionadas con el tema, en las que únicamente se habla de la verdadera "no españolidad" de Bezabeh.
Polémica encendida más aún si cabe por las "presuntas" declaraciones de Sergio Sánchez (4º en la carrera) en las que supuestamente decía que "le parecía penoso que hubiera sido Alemayehu el primer español en conseguirlo y no otros anteriormente" aunque después lo haya aclarado.
El protagonista no habla español, de hecho, no había pisado nuestra tierra hasta 2007, y no fue hasta el año pasado cuando "nacionalización expréss" mediante consiguió poder competir oficialmente con nuestro país con motivo de los JJOO de Pekín 2008.
Cada año, países del "primer mundo" (europeos, norteamericanos o de oriente próximo) nacionalizan atletas que después compiten y defienden sus banderas en competiciones internacionales, algunos esgrimen "circunstancias excepcionales" (como fue el caso de nuestro país que me gustaría saber qué significa...), otros no ocultan que se trata de un intercambio de capital (como marx lo entendía, los kenianos que se arabizan en Qatar a cambio de $ y una vida mejor)
Estamos en pleno siglo XXI, en una sociedad multiracial, de supervivencia pura y dura, y que se diferencia poco de lo que acaecía hace 4 o 5 siglos en las potencias del momento.
¿Era Colón Español? ¿Acaso los Tercios Españoles que defendían y ampliaban nuestras fronteras en las que "el Sol nunca se ponía" eran completa y absolutamente españoles de pura cepa?
Me parece a mi que no pero ¿realmente a quién le importa? los equipos de fútbol nacionales ganan competiciones internacionales con 6, 7 u 8 jugadores de otra nacionalidad, y sus fans están encantados de ello. En mi empresa trabajo con italianos, portugueses, peruanos, norteamericanos o uruguayos y ¿qué más da? todos lo damos todo por el objetivo individual y grupal: lo mejor para cada uno de nosotros y el éxito global.
Este tipo llegó a España sin un Euro, pasó una noche en la calle junto a compañeros africanos y fue acogido por un cura de una asociación hasta que detectaron su talento natural para el atletismo. En su país, hubiera pasado hambre y seguramente nunca hubiera sido seleccionado para defender los colores de Etiopía.
Aquí ha encontrado casa, estabilidad, métodos profesionales de entrenamiento, control, alimentación y un grupo de entreno. Come, vive y duerme entre nosotros.
Yo me siento orgulloso de su triunfo, no porque sea español que para mí lo es, sino porque supone la victoria de la lucha, la humildad, el trabajo y el talento.
La personificación de los valores del Atletismo.
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