domingo, 25 de enero de 2009

VII Cross Universidad Camilo José Cela

Cuando las cosas van bien creo que debe reconocese y compartirlo, al igual que cuando no marchan. Dando por válida la premisa inicial, debo admitir que estoy empezando a encontrarme bien, digamos que, a ratos, bastante bien.

El día de ayer era un test de entrenamiento para hacer cuestas, bajar a tumba abierta, hacer giros, apretar en la hierba y mantener en el barro con el estímulo que supone llevar un dorsal puesto y la competencia con los compañeros-rivales de turno.
El circuito tiene todo lo que un crossista puede pedirle a un organizador, recorrido atractivo, encintado y señalizado. Participación moderada (200 personas) y de calidad para todos los ritmos, unido al viento que se tornaría en protagonista para añadirle un plus de exigencia.

Cuando me calzaba mis antiguas zapas de cross y la clásica vestimenta complutense que defendí en 17 ocasiones (ya no puntúo como universitario pero me gustaba el homenaje a mi uni y a todos los amigos que todavía la portan, Gregorio, Sabino, Juan Carlos...) temía que fueran demasiado ligeras para mi peso actual (todavía en torno a 75 kilos) pero el terreno era tan propicio para ellas que no pude resistirme a ponerlas tanto tiempo después (sin clavos, eso sí)

La salida fue rápida y tarde un poco en acostumbrarme a un ritmo bueno que, por otra parte, es cuestión harta difícil pues el campo a través no entiende de tales dimensiones estructuradas, su lenguaje es el corazón y las piernas que tiran para adelante sin solución de continuidad, manteniendo el puesto y en la senda de alcanzar grupos delanteros.
La primera vuelta (2250 metros) la completé en 9'10'', en la segunda ya empezé a encontrarme bien y a acechar corredores (con la moral que da eso :), mantuve el tipo (9'05'' en el segundo paso idéntico al primero) sabiendo que quedaban menos de 10' para terminar, empiezo a apretar y apurar cada recodo, doy caza a un grupo y me lo meriedo, salgo del K5 y el tobillo me hace un extraño pisando un duende y rezo porque no se tuerza... me demuestra que está fortalecido porque sigo a pesar del susto, sólo queda la subida fuertecilla y poco más de kilómetro y medio, cuando ya me crezco y voy a muerte, sin quemar todas las naves pero siendo consciente de que el ritmo es muy bueno, cazo a otro grupo y les supero, sólo me quedan delante dos corredores a los que pasar antes de meta, con uno no puedo (no todo iba a ser de color de rosa...) y con el otro me pego un sprint final de esos que tanto me gustan, recortándole 10 metros en poco segundos... me gana por 1'' según clasificación oficial, aunque yo creo que entramos a la par ;)

La sensación no es ilusoria, y la satisfacción (al analizar posteriormente los datos aumenta)
La última vuelta la he dado en 8'52''.
18'' más rápida que la primera, lo que equivale a 9'' por kilómetro más fuerte que al principio, y terminando la carrera. De hecho, es la primera vez en estos meses que noto una quinta marcha en el final.

Completo el cross de 7.429 metros en 29'37'' ocupando el puesto 50 de 200 corredores.
Según mi antiguo cuaderno de bitácora, completo el cross en 2'30'' más que cuando estaba en plena forma, parece que estoy reduciendo las distancias.

Esta semana he completado 5 sesiones, casi 4 horas en total y 53 kilómetros con tirada larga en la Casa de Campo esta mañana para concluir semana.

Pablo Vega y su Universidad, la Camilo José Cela, se alzan con la victoria en categoría masculina individual y por equipos. La Complu es tercera.


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