En la madrugada del sábado al domingo llegó el habitual cambio horario de otoño.
Una hora menos de luz por las tardes, con la presunta y supuesta ganancia del soleado elemento por las mañanas.
En el pasado, he vivido como un momento realmente dramático el cambio acaecido este fin de semana.
Me explico: justo me pillaba a 3-4 semanas de terminar la preparación del Maratón de marras y estaba acostumbrado a correr por la tarde con el parque repleto de corredores, luz e incluso temperatura calurosa, después del cambio, me adentraba en las tinieblas del otoño con el parque solitario, la noche y el fresquito.
Moralmente el cambio era a peor, hasta que uno se acostumbraba, como no puede ser de otra manera, como con casi todo en esta vida.
Este año, todo ha cambiado. Mi preparación 'en modo conciliación' en la que mi prioridad es entrenar por la mañana y tener toda la tarde con la family, sin embargo, me voy a ver sensiblemente beneficiado.
Septiembre y octubre han sido meses de entrenar sin fuerzas ni muchas veces ganas a eso de las 7.
Entre otras cosas, motivado por la falta de luz y la necesidad de adaptación del cuerpo a un horario de correr en el que no he estado acostumbrado a frecuentar habitualmente. Tangencialmente he recurrido a él pero no como costumbre, como me ha tocado hacer en este Maratón.
Las 6 semanas que me restan de preparación, en las que debo meter entrenos cañeros y bajar kilometraje, entre otras cosas, creo que me van a aportar un plus de motivación en forma de luz por las mañanas.
Este año, lo siento por los que entrenan por las tardes, aunque ya se sabe, para gustos los colores :)
Una hora menos de luz por las tardes, con la presunta y supuesta ganancia del soleado elemento por las mañanas.
En el pasado, he vivido como un momento realmente dramático el cambio acaecido este fin de semana.
Me explico: justo me pillaba a 3-4 semanas de terminar la preparación del Maratón de marras y estaba acostumbrado a correr por la tarde con el parque repleto de corredores, luz e incluso temperatura calurosa, después del cambio, me adentraba en las tinieblas del otoño con el parque solitario, la noche y el fresquito.
Moralmente el cambio era a peor, hasta que uno se acostumbraba, como no puede ser de otra manera, como con casi todo en esta vida.
Este año, todo ha cambiado. Mi preparación 'en modo conciliación' en la que mi prioridad es entrenar por la mañana y tener toda la tarde con la family, sin embargo, me voy a ver sensiblemente beneficiado.
Septiembre y octubre han sido meses de entrenar sin fuerzas ni muchas veces ganas a eso de las 7.
Entre otras cosas, motivado por la falta de luz y la necesidad de adaptación del cuerpo a un horario de correr en el que no he estado acostumbrado a frecuentar habitualmente. Tangencialmente he recurrido a él pero no como costumbre, como me ha tocado hacer en este Maratón.
Las 6 semanas que me restan de preparación, en las que debo meter entrenos cañeros y bajar kilometraje, entre otras cosas, creo que me van a aportar un plus de motivación en forma de luz por las mañanas.
Este año, lo siento por los que entrenan por las tardes, aunque ya se sabe, para gustos los colores :)
2 comentarios:
Entrenar por la mañana esta de lujo y tiene muchas ventajas, luz, actividad en el curpo para el resto del día...
Pero claro siempre que te lo permitan los horarios. Las veces que he tenido que hacerlo han sido a las 5:30 de la mañana... Me reía yo de los entrenos de Rocky, jejejeje. Ahora, si pudiera, lo haría.
Un abrazazo
Hombre es que esos horarios Juanki! A ver quién es el guapo que mete unas buenas series a esas horas!
A las 7 ya me cuesta... y no salgo antes porque me resulta materialmente imposible, el cuerpo está dormido ;(
Otro abrazo!
Publicar un comentario