Anoche tampoco fue la hora de Madrid y su cita con los Juegos Olímpicos.
Quién haya seguido mis intervenciones en Twitter sabrá que he sido bastante crítico con nuestra participación y con el favoritismo que se concedía a la candidatura.
Creo que apenas hace falta argumentar lo obvio: estamos en medio de una situación socioeconómica complicadísima, donde se nos piden esfuerzos, hay carestía de lo más elemental y mientras: intentamos gastarnos un dinero precioso en una fiesta cara y superflua.
Los mismos recursos se pueden destinar a crear empleo de verdad, a mantener una educación y sanidad sostenibles y de calidad, qué se yo, tantas cosas.
No creo que unos Juegos fueran lo más adecuado para el conjunto de Madrid, al menos, no en este momento. Si mi ciudad es rica, recauda y tiene cubierto lo elemental, no es mala idea permitirse el lujazo, pero ahora mismo es difícil de justificar.
Sorprende el presunto favoritismo que tenía Madrid, un proyecto sencillo y provinciano. Muy visto, ya conocido y... rechazado dos veces. Las otras candidaturas eran muy buenas, tenía igual o más posibilidades por cuestiones geopolíticas de ser elegidas, ¿por qué no se aceptó lo obvio?
¿Qué intereses escondían ese supuesto favoritismo?
Los maratonianos (el deportista en general) nos acostumbramos a pelear, caer y levantarnos, analizamos y respetamos el resultado para seguir combatiendo más fuerte en los siguientes retos. Hace falta tanto del verdadero espíritu deportivo en muchos de los que han defendido los intereses de la candidatura: cuando juegas, puedes perder o ganar. Punto final.
Para finalizar, el contraste con la situación del deporte: sin apoyos, becas ridículas, con acceso caro a su práctica, con instalaciones lamentables o sin ellas (una ciudad aspirante sin pista de atletismo sería y con el proyecto de quitarla tras los Juegos)
Sumado a la tibieza con la que se ha gestionado el dopaje: operaciones Galgo y Puerto, ¿en qué lugar nos coloca respecto al 'espíritu olímpico'?
El de los ciudadanos de Madrid, no me cabe duda.
Quién haya seguido mis intervenciones en Twitter sabrá que he sido bastante crítico con nuestra participación y con el favoritismo que se concedía a la candidatura.
Creo que apenas hace falta argumentar lo obvio: estamos en medio de una situación socioeconómica complicadísima, donde se nos piden esfuerzos, hay carestía de lo más elemental y mientras: intentamos gastarnos un dinero precioso en una fiesta cara y superflua.
Los mismos recursos se pueden destinar a crear empleo de verdad, a mantener una educación y sanidad sostenibles y de calidad, qué se yo, tantas cosas.
No creo que unos Juegos fueran lo más adecuado para el conjunto de Madrid, al menos, no en este momento. Si mi ciudad es rica, recauda y tiene cubierto lo elemental, no es mala idea permitirse el lujazo, pero ahora mismo es difícil de justificar.
Sorprende el presunto favoritismo que tenía Madrid, un proyecto sencillo y provinciano. Muy visto, ya conocido y... rechazado dos veces. Las otras candidaturas eran muy buenas, tenía igual o más posibilidades por cuestiones geopolíticas de ser elegidas, ¿por qué no se aceptó lo obvio?
¿Qué intereses escondían ese supuesto favoritismo?
Los maratonianos (el deportista en general) nos acostumbramos a pelear, caer y levantarnos, analizamos y respetamos el resultado para seguir combatiendo más fuerte en los siguientes retos. Hace falta tanto del verdadero espíritu deportivo en muchos de los que han defendido los intereses de la candidatura: cuando juegas, puedes perder o ganar. Punto final.
Para finalizar, el contraste con la situación del deporte: sin apoyos, becas ridículas, con acceso caro a su práctica, con instalaciones lamentables o sin ellas (una ciudad aspirante sin pista de atletismo sería y con el proyecto de quitarla tras los Juegos)
Sumado a la tibieza con la que se ha gestionado el dopaje: operaciones Galgo y Puerto, ¿en qué lugar nos coloca respecto al 'espíritu olímpico'?
El de los ciudadanos de Madrid, no me cabe duda.
2 comentarios:
Me situo en la misma dirección que tu opinion Darío.
Perfecto análisis resumido de lo que fue esa jornada en la que, dicen que nuestra presentación fue muy buena (en la presentación entran entre otros la participación de la que es la Alcaldesa de Madrid, por no nombrarla y me parece que eso resto muchísimos puntos al conjunto).
No es nuestro momento. es momento de otras cosas pero claro... ¿a quién le importa?
Queda claro que a algunos si les importa...
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