miércoles, 3 de abril de 2013

La Sonrisa de Donosti #MCM2013

El ritmo por kilómetro, el paso por Media, las pulsaciones, el tiempo final...

Más allá del dato numérico, lo que quiero experimentar y recuperar en Milán es esto:



No me refiero a no sufrir. Eso, lo tengo claro, llegará y sucederá.
Forma parte de un Maratón y como tal, estoy preparado física y psicológicamente.

Hablo de una sensación, de congraciarme en los metros finales y en la llegada con el trabajo realizado.

En Rotterdam llegué tan castigado que no sonreí, solo albergué muecas de dolor por la travesía de más de 10 kilómetros por mi desierto particular holandés.

En Valencia, tan decepcionado por el bajón final que no disfruté de la llegada, casi me lamentaba por esprintar tanto (después de tenerlo) apenas rascando unos segundos a mi MMP.