No sé si más altos y más guapos pero lo que está claro es que después de aguantar tantos meses de nieve, lluvia, frío y condiciones climatológicas en general naturalmente adversas para entrenar cómodamente ya sea en la pista o en el parque y con dificultades para encontrar el plus de motivación necesario, cuando despertemos de la estación del frío, cual oso hibernado, afloraran los ritmos deseados, la chispa buscada y las marcas anheladas.
No me cabe duda de ello, como tampoco que tras el nefasto periodo económico, laboral y social al que estamos sobreviviendo, en el futuro seremos capaces de salir adelante con menos recursos, aprovechando mejor nuestras oportunidades, asumiendo el esfuerzo y el aprendizaje como una tónica natural y no como una punta anormal, y fundamentalmente siendo más exigentes con cada una de las entidades que nos rodean (como ellas lo son con nosotros), hablo de empresas, servicios y productos.
Hablo de transformaciones individuales, no sociales. La parte menos amable de ese cambio será el "sálvese quién pueda" de Lobo Estepario que arrastraremos cada uno de nosotros hasta esa orilla de la normalidad económica, laboral y social sin fecha determinada.
Puede ser óptimo aprovecharlo para incrementar el rendimiento en el running y ser cauto para que no nos afecte en nuestras relaciones personales para no terminar como el personaje de Hess.
2 comentarios:
Pués independientemente de compartir el aburrimiento y hartón climatológico, que es el que es y lo que hay... Me parece una reflexión muy acertada. El clima pasará, la situación económica que nos llena de incertidumbre, ufff?
La situación económica también pasará... a un estado de normalidad económica, ni burbujista ni crítica como hoy día, el coste será elevado y el nuevo escenario imprevisible y más duro que el de los años de borrachera pasados...
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