miércoles, 22 de octubre de 2008

Si llueve... no conduzcas




Dicen que sólo hay dos tipos de moteros:
- los que se han caído
- y los que se tienen que caer

Desde hace más de un año, yo ya pertenecía a la segunda tipología pero nunca me había dado un ostión en moto a tanta velocidad y dónde mi niña hubiera salido perdiendo tanto :(

Hacía un día de perros ya en la mañana, sin embargo, decidí coger a mi Susie para poder ir a comer a casa y volver rápidamente, pertrechado con botas, mono de lluvia y chupa "nunca pasa nada, te mojas y ya está"

El cuento de la lechera se ha interrumpido cuando a un coche le ha dado por frenar bruscamente en la vía de servicio de la carretera de Valencia y yo me he ido al suelo al bloquear frenada para no empotrarme con él.

Me duele por mi Susie que pasará unos días en el Taller (tapa del motor, escape rallado, faro delantero, maneta), me escama por mi bolsillo (la broma rondará los 500€, y en motos no hay seguro a todo riesgo que cubra las imprudencias de otros) pero sobre todo me jode porque lo cuento ahora pero podría no haber sido así, si el taxista de atrás mío me llega a arrollar. y todo porque a un tío le ha dado por clavar frenos de manera innecesaria.

Un amabilísimo médico de ASEPEYO (mode irónico OFF) dice que "no te pasa ná, hombre-ya" y yo con mis dolores de rodilla derecha, hombre y homóplato me he ido para casa, deseando que de verdad no sea nada y que cuando mañana me despierte, sólo me acuerde de que quiero correr, ahora, no puedo.


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